Electrónica/Pop (Oporto)
Jean Michel Jarre contribuyó tanto como nuestras caderas en aquel movimiento de espacio universal al que llamamos “danza”, y por eso lo tenemos en nuestro altar imaginario. No imagino a JMJ posando en cualquier neuroimagen mía sin focos o efectos adecuados… y nadie debería.
Holy Nothing nacen de esta poderosa unión de audio e imagen que va más allá de estimular dos de nuestros sentidos y que acaba por contagiar a todos los presentes.
Antes de que comprobéis tamaña descripción con “Boundaries”, hay que destacar todo un componente visual a cargo de Bruno Albuquerque, rostro detrás del proyector y brillante diseñador gráfico que llena parte de su creatividad con un fiable concepto musical. Su destreza con el lápiz llama a cualquier artista a invitarlo para concebir “vestimentas” de sus trabajos, de ahí tamaña consistencia con Holy Nothing ejecutando, junto de Nélson SIlva, Pedro Rodrigues y Samuel Gonçalves, vibrantes actuaciones envueltas por el clima más bailable de salones in-door en Portugal.
Hoy parecen saber hacia dónde quieren seguir, con sorprendente capacidad analógica rumbo a la reencarnación pop de Madchester (¿como podría Tony Wilson ignorarlos?), y “Zebra” refleja cómo toda la energía y los rasgos del new wave ganan a otros contornos en el siglo XXI. Su primer single “Nothing is Fun” prueba que desde pronto imaginaban el escenario confirmado en “Boundaries”… que sigan su sendero, bailando si es posible.