-La belleza es la belleza. Esto no se discute. No veo por qué le das la razón a Elianta. -No, de hecho, es muy subjetiva. No hay una norma absoluta en materia de belleza. -Subjetivo, subjetivo... Tú nos pones delante a cualquier chavala, y en seguida seremos capaces de decirte si es guapa o no lo es. Ya lo verás, todos estaremos de acuerdo. No hay nada subjetivo en ello. -No es tan sencillo... No nos damos cuenta de la medida en que nos influyen las imágenes vehiculadas por la sociedad. La visión de mujeres que se supone que encarnan a la mujer perfecta inundan las revistas, los escaparates, las pantallas, pero ¿quién ha decidido los criterios? Ni tú ni yo... Como todas estas imágenes van en la misma dirección, las elevamos a la categoría de verdad. Se convierte en una norma, una evidencia para todo el mundo. No nos damos cuenta de hasta qué punto nuestros gustos se han ido forjando, y de hecho nos engañamos a nosotros mismos. Nos creemos libres en nuestras preferencias, y realmente no lo somos tanto como pensamos.
Te llevaré a un lugar donde todo es posible de Laurent Gounelle