La terapia cognitiva basa su teoría en la idea que no son los eventos los que generan nuestros estados emocionales, sino la manera de interpretarlos.Muchos profesionales (y no tan profesionales) han aprovechado este dogma para postular que si cultivamos un pensamiento ecuánime (equilibrado; razonar con sensatez y lógica) es posible mantenerse imperturbable antes los diferentes acontecimientos de nuestra vida.Díselo a unos padre que hayan perdido a su hijo, a una persona que lleve años sin trabajar y apenas pueda cubrir sus necesidades básicas o a alguien que sufra de dolores crónicos.No podemos sentirnos siempre bien. No. Es imposible. Olvídalo. Y como no podemos, no debemos siquiera pretender sentirnos bien siempre, porque esa expectativa irreal hará entonces que me sienta muy frustrado y mal conmigo mismo ante una adversidad que me desestabilice emocionalmente. Cuando en realidad, es normal desestabilizarse ante los avatares de la vida.De la misma manera, es imposible pensar de manera lógica, racional y con discernimiento, siempre. No somos robots carentes de pasiones y éstas nos llevan a veces a hacer interpretaciones erróneas y valoraciones exageradas de la realidad.Pero podemos aprender a pensar mejor. Y eso nos va a ayudar a sentirnos mejor.El arte de pensar bien es el arte de, a menudo, que no siempre, evitar caer en trampas mentales de todo tipo: creencias erróneas, pensamientos polarizados, sesgos cognitivos, pensamiento neurótico, rumiaciones, etc., y como contrapunto, generar pensamientos más acordes con la realidad y más favorables a nuestros intereses.Esto no significa que si te pasa algo malo vayas a dejar de sentirte mal, simplemente significa que si te pasa algo malo vas a poder dejar de generar actividades mentales que agraven y alarguen tu malestar y sustituirlas por dinámicas de pensamiento que te ayuden a superar tu decaimiento e incluso a salir fortalecido por éste.Por ejemplo, si te despiden y piensas que es lo peor que te había podido pasar, que eres un inútil y por tanto tú tienes la culpa y que seguro que no encuentras trabajo y te vas a morir de hambre, no te vas a sentir mal, te vas a sentir fatal. Sin embargo, si piensas que es una putada pero que no es el fin del mundo, que lo puedes superar con el cariño de tus seres queridos y que es momento de centrarse en las alternativas (búsqueda de nuevo empleo, reciclarse, emprender...), te vas a sentir mal. Pero seguramente menos y durante menos tiempo, y además te estarás dirigiendo hacia lo que puedes hacer (posibles ganancias) en lugar de hacia las pérdidas (el pasado que ya no se puede cambiar), por lo que aumentan las probabilidades de cambiar esa situación adversa.Pensar bien es un arte. Y como todo arte, requiere de conocimiento, entrenamiento y práctica para su desarrollo. Por eso este sábado 14 de septiembre hago el nuevo Taller del Buen Pensar, para aprender a detectar y superar aquellas creencias limitantes y pensamientos negativos que nos amargan la existencia. Si estás en Málaga para la fecha, te espero, y si no, recibe como siempre ¡este abrazo!