Hay te quieros de muchas formas y motivos.
Incluso te quieros detestables, usados cual muletilla
y carentes de sentido.
El te quiero balsámico.
El te quiero que es cariño.
El te quiero pasión.
El te quiero que tapa silencios incómodos.
El te quiero de amor.
El te quiero piadoso.
El te quiero dolor.
Pero, por encima de todos, me llenan tus te quiero sin palabras…