¡Te quiero mucho, cartucho! es un sentido homenaje al primer formato físico que conocieron los videojuegos y un extenso recorrido que profundiza en sus formatos y variaciones que convierten a algunos en verdaderas rarezas. Acompáñennos en este viaje al pasado y desempolven sus recuerdos más antiguos para rememorar cómo eran aquellos entrañables soportes jugables, los más vetustos y anticuados, totalmente desfasados, a los que alguna vez les hayamos soplado.
¡Te quiero mucho, cartucho! (II): El cartucho de NES
La NES fue, seguramente, la primera consola de muchos de los que leerán este artículo. Esa caja plástica, cuadrada y gris, de estética ochentera – que nadie lo dude – tenía unos cartuchos completamente a juego con su aspecto. Algo que, conociendo sus orígenes, nos lleva a la primera curiosidad. La NES es la adaptación occidental – básicamente estética – que hizo Nintendo de su Famicom. ¿Cómo eran sus cartuchos? Empecemos entendiendo su origen, los cartuchos de la propia Famicom, pues los cartuchos de Famicom eran pequeñitos, con conectores de 60 contactos y, sobre todo, de coloridos más que variados.
Sí, vuestra colección parecería el anuncio de Benetton
Y es que la Famicom era una consola con un aspecto totalmente de consola. Sus colores blanco y rojo no eran casualidad; tampoco eran tema de diseño, puesto que se usaron esos colores porque el plástico blanco y el rojo eran los más baratos en ese momento. Pero la Famicom no es el objeto de nuestro repaso de hoy, sino que lo es la NES, así que compararemos ambas máquinas, tan iguales por dentro pero tan distintas por fuera.
Comparativa NES / Famicom – En serio, la NES se puede comer, físicamente, a la Famicom
La razón de esta diferencia es más simple de lo que parece. En realidad, a esta diferencia y a las mentes de Nintendo les debemos el mundo del que disfrutamos hoy. Estados Unidos había sufrido recientemente el crash del 83, donde una industria novata y varios errores de bulto de Atari prácticamente se cargan el mercado entero. Muchas compañías habían desaparecido, créditos habían quedado sin pagar y muchos minoristas no querían ni volver a oír hablar de máquinas de videojuegos. La estrategia de Nintendo fue vender la NES como si se tratara de un juguete y no una consola. Por eso mismo la NES era estéticamente tan gris y el pack original incluía el robot ROB – un trasto – y la Zapper. Afortunadamente, funcionó.
¿Por qué tanta introducción? Es clave visualizar la situación antes de entrar en materia en el caso particular de los cartuchos de la NES. Sin eso sería imposible entender que los cartuchos eran mucho más grandes que los de la Famicom (aunque la placa sea prácticamente idéntica). El interior de un cartucho de NES es mayoritariamente aire. Además, tenía 72 contactos en vez de los 60 de Famicom. Entre otras cosas, cuatro se habían añadido para el famoso chip 10NES de bloqueo de región, pensado además para evitar que compañías sin licencia pudiesen publicar juegos como había pasado con la Atari 2600.
Los cartuchos de Nintendo NES debían estar licenciados por Nintendo para ser publicados. Así, Nintendo aseguraba un control tanto de contenidos como de calidad. No se trataba de repetir errores del pasado – y si podía ser, sacando un buen beneficio. Algunas compañías consiguieron saltarse esa protección, como veremos a continuación.
Cartucho abierto de NES – Aire, efectivamente.
Una vez introducidos, al lío. Empezaremos hablando de los cartuchos con licencia oficial de Nintendo.
El cartucho regular
El reconocible y nostálgico cartucho gris. En cajas de cartón – pero cartón del malo – con una fundita negra, a veces con Nintendo escrito en rojo, y una pieza de poliestireno expandido (porexpan, vamos) para hacer parecer al juego todavía más grande. Los artes de la caja solían ser de calidad cuestionable, pero el encanto del conjunto hace que todavía se me salte la lagrimilla al verlos en buen estado.
Todo el kit – Ice Hockey
El del adaptador de Famicom
Algunos de los primeros juegos que se lanzaron para NES, que eran básicamente juegos que ya existían para Famicom, fueron lanzados sin romperse mucho la cabeza, simplemente usando la placa del juego de Famicom con un adaptador dentro del cartucho. Este era el aspecto de, por ejemplo, algunas de las primeras unidades de Gyromite.
Un Gyromite con adaptador
El cartucho dorado
Si no voy mal encaminado, oficialmente hay tres. El tercero sería uno de los cartuchos especiales de los campeonatos de Nintendo, uno de estos de los que sólo hay unas decenas de unidades en todo el mundo y dudo que alguno lo haya tenido en su casa. Los dos primeros, los geniales Zelda, primera y segunda parte. El motivo fue de marketing. Mientras las aventuras de Link ya eran un éxito en Japón, Nintendo dudaba de que el éxito en los territorios occidentales fuese el mismo al no ser Link un héroe reconocible. Para hacerlo resaltar, pensaron que lo mejor sería darle al cartucho un tinte épico con ese color dorado. Además, la caja de cartón tenía una ventanita (un agujero en el escudo) que permitía ver ese característico brillo. Las reediciones salieron en gris, eso sí.
The Legend of Zelda – Tan dorado como querido
El dorado con pila
Y no dejo el cartucho de The Legend of Zelda por una innovación muy importante. Ese cartucho dorado fue el primero en incluir una pila dentro que permitía el almacenamiento de partidas en una memoria interna. Esa innovación fue la que permitió que más tarde viésemos juegos como Final Fantasy en la propia NES sin tener que recurrir a nuestros queridos passwords. Importante: se debía pulsar el “reset” antes de apagar para evitar daños en la batería.
Battery Backup de la NES
El NES cleaning kit
Y el último oficial, el kit de limpieza. En el intento de Nintendo de hacer parecer a la NES más un VHS que una consola, el sistema de entrada frontal de los cartuchos sin fuerza (en teoría) tenía dos defectos de diseño: el níquel del conector interno es muy propenso a sufrir interferencias y malos contactos a causa del polvo y los restos de óxido que el cobre de los cartuchos es especialmente eficaz en generar. Así, el chip 10NES era especialmente sensible a esas interferencias, motivo por el cual nos pasábamos minutos enteros soplando y reseteando la consola… y a veces incluso se nos apagaba el juego en esos momentos terroríficos, cuando CASI te habías pasado el juego. Nintendo intentó subsanarlo con este kit. Yo sigo siendo escéptico sobre su utilidad real.
NES Cleaning Kit – ¿Limpiaba?
Como decía antes, la propiedad del chip 10NES hacía que las compañías sin licencia no pudiesen publicar juegos para la NES. No obstante, con un método u otro, algunas consiguieron saltarse ese paso y lanzar cartuchos que escapaban del control de Nintendo. Además, algunos de esos cartuchos son estéticamente diferentes a los comunes.
Los de Tengen
Tengen era la división de Atari (qué ironía) que se dedicó a publicar cartuchos para la NES. Intentaron negociar con Nintendo unas condiciones más “suaves” para Tengen pero se encontraron con un portazo de Nintendo, que no hacía excepciones. Tras la negativa, aceptaron las condiciones de Nintendo y publicaron sus primeros juegos, entre ellos Gauntlet y Pac-Man. Lo oscuro de la historia es que sólo lo hicieron para tener acceso al material de Nintendo. Con eso, e ingeniería inversa, encontraron la forma de saltarse la protección. Esto terminó llegando a juicio, dónde se llegó a un acuerdo antes que se dictase sentencia. En todo caso, este era su aspecto:
Tengen Tetris
El Aladdin
Otra de las rarezas del momento. La idea era que gran parte del hardware del juego se incluía de forma repetitiva en todos los juegos. Creando un componente universal que sustituyese esa parte, los juegos podían ser más baratos. Así, pagando un sobrecoste inicial, los juegos serían más económicos el resto de su vida. Si hubiese llegado antes habría funcionado, pero cuando salió la Super Nintendo ya pegaba fuerte. Los cartuchos incluso tenían un interruptor para cambiar entre PAL y NTSC, siendo así jugables en todo el mundo.
Aladdin – Base + Cartuchos
Los cartuchos multijuego
Y cómo no, multitud de cartuchos completamente “piratas”, con decenas o centenares de juegos en memoria, con cajas incluso más simples o de colores pastel horribles.
Golden Game – Cartucho 100 in 1
El Game Genie
Finalmente, y ya que he añadido el cleaning kit, voy a mencionar el Game Genie, de Famosa – como las muñecas – que no es que lo fabricase, sino que lo distribuía. Este añadido permitía la modificación de algunos aspectos del juego (ya fuesen trucos para tener ventaja o cambios estéticos) a través de la modificación del código del juego. Seguro que más de uno lo usaba, ¿verdad gamberros?
Game Genie, de Famosa
La entrada Te quiero mucho, cartucho! (II): El de NES es 100% producto Deus Ex Machina.