“Te Quitas Esa Camiseta O Te Pelamos”

Con esta frase y otras más como “eso que dice su camiseta es una mierda” agredieron unos hombres a un muchacho que iba por Medellín con una camiseta que decía “no a la guerra de Duque-Uribe”. Éste suceso se presento en medio de la marcha contra el terrorismo en el marco de las victimas que dejó el carro bomba que explotó  en la Escuela General Santander (Bogotá)  el cual mató a 21 personas y dejó 68 heridos.

A esto se le suman las inquietudes que el acto terrorista mismo nos deja, las autoridades ‘identificaron’ rápidamente al conductor del vehículo y atribuyeron la autoría del ataque a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), guerrilla con la cual se esta llevando a cabo un proceso de paz. Además, los sospechosos trinos de la senadora María del Rosario Guerra 8 min antes del atentado:

Y el de Álvaro Uribe Vélez, 30 segundos después del atentado, ellos se excusaron diciendo que se trata de un montaje pero ¿no es demasiada coincidencia?

Lo cierto de todo esto es que no puede haber guerra sin enemigos y desde hace mucho Álvaro Uribe ha sido partidario de continuar con una guerra interna que ya se ha prolongado por mucho tiempo y con el proceso de paz andando se necesitan provocar o fabricar enemigos, como decía Galeano la venta de armas necesita una excusa y matar unas cuantas personas más para mantener la cortina de humo no sería extraño en la mente asesina que aún está en el poder.

ya se ha hablado del tema en las redes sociales, al decirse que su lucha por mantenerse en el poder es conservar su impunidad  decía Eduardo Galeano en su libro Patas arriba: “los gobiernos electos por el voto popular identificaron a la justicia con la venganza y a la memoria con el desorden, y echaron agua bendita en la frente de los hombres que habían ejercido terrorismo de estado. En nombre de la estabilidad democrática y de la reconciliación nacional, se promulgaron leyes de impunidad que desterraban la justicia, enterraban el pasado y elogiaban la amnesia.” (Pag 210) esto lo escribió refiriéndose a algunos sucesos del 98, vemos así la clara repetición de los errores pasados y el desangre que el mismo pueblo genera con sus decisiones erróneas.

Ahora, claro, surge de nuevo la pregunta de como se mantienen estos bastardos en el poder, al respecto, Norberto Bobbio nos da la respuesta en su libro el futuro de la democracia, donde toca dos temas importantes. En primer lugar, los ciudadanos que se abstienen de participar en la política concluye que “si debiesen prevalecer los ciudadanos pasivos, con mucho gusto los gobernantes convertirían a sus súbditos en un rebaño de ovejas dedicadas únicamente a comer el pasto una al lado de la otra (y, agregaría yo, a no lamentarse aun cuando el pasto escaseara)”. El abstenerse de participar en la política facilita a los gobernantes corruptos la compra de votos. Gente que no pretendía salir a votar sale por la promesa de 50 mil pesos o ayuda para la construcción de su casa.

En segundo lugar, desde el planteamiento de la democracia, se hablo de la necesidad de educar al ciudadano para el funcionamiento de la misma de lo contrario, no se trata de un ciudadano sino de un súbdito más ya que “la única manera de hacer de un súbdito un ciudadano es la de atribuirle aquellos derechos que los escritores del derecho publico llamaron activae civitais, y la educación para la democracia se desarrolla en el mismo sentido que la practica democrática” (Pag 38 – Norberto Bobbio). Es correcto, que la soberanía sea popular pero en Colombia la ignorancia es el pan del día a día que el estado y los medios de información ofrecen y es entonces, como desconociendo la historia y los sucesos que son tan obvios, no pueden ver que el autor de tantas masacres es el gran senador y “el mejor presidente que ha tenido Colombia, duélale a quien le duela”.

De ese modo aumentan los esclavos de una dictadura que grita “bala es lo que les vamos a dar, no a las negociaciones” en una marcha contra el terrorismo.