Débora no podía sentirse más feliz…Y no era para menos; su trabajo como traumatóloga le encantaba y su relación con Mateo, quien demostraba tener santa paciencia con ella, iba viento en popa.
Si esto era así, ¿por qué miraba a John, su paciente de Arkansas, con aquellos ojillos? Quizá porque el universo le estuviera enviando una señal, ya que su vida estaba a punto de dar un giro, y aquel vaquero tuviera que ver con ello.
¿Cómo lo tomará la joven protagonista? Descúbralo entre las páginas de esta emocionante historia.