Estas navidades serán diferentes para mí. Son las primeras sin mi padre, y esa ausencia se siente. Este año me ha enseñado muchas cosas, entre ellas, la importancia de reconectar con el presente y de apreciar a las personas que tenemos aquí y ahora. La ausencia de mi padre es inevitable, si bien, el amor y los recuerdos que construimos juntos siguen siendo un regalo inmenso que vive en el presente, y eso es lo que quiero que esté en el presente y en el futuro de mi hijo.
En esa búsqueda de vivir el momento, quiero compartir una pequeña historia. Se llama “El Frasco de los Momentos”:
Había una vez un anciano que vivía en un pequeño pueblo. Su casa era humilde, pero en un rincón guardaba su mayor tesoro: un frasco de cristal lleno de pequeñas piedras.
Un día, su nieta le preguntó:
—Abuelo, ¿por qué ese frasco es tan especial?
El anciano sonrió y respondió:
—Cada vez que vivo un momento hermoso, tomo una piedra y la coloco aquí. Es mi forma de recordar que los días están hechos de pequeños instantes mágicos.
La niña, curiosa, abrió el frasco y vio piedras de diferentes tamaños. Algunas eran grandes y brillantes, otras pequeñas y sencillas.
—¿Por qué son tan diferentes, abuelo?
—Porque no todos los momentos son iguales. Algunos son grandes celebraciones: un cumpleaños, una boda. Otros son más pequeños, pero igual de valiosos: una tarde tranquila, una risa compartida, una canción que me emocionó. Pero todos ellos son importantes porque juntos llenan el frasco de mi vida.
El abuelo acarició la cabeza de su nieta y añadió:
—Recuerda, pequeña, que el frasco solo se llena cuando vivimos en el presente. Si te pierdes en el pasado o en el futuro, te pierdes las piedras más hermosas de tu vida.
Esta historia me hizo ser consciente sobre cómo a veces nos olvidamos de vivir el momento, especialmente en fechas como estas, donde la nostalgia y las expectativas pueden llenar nuestros pensamientos. Pero es aquí, en este instante, donde realmente se construyen los recuerdos que llevaremos siempre.
E inconscientemente, cuando pasa el día, tendemos a recordar lo malo que nos ha sucedido, obviando o dejando pasar de largo esos momentos «eternos» con tu hijo/a, un amigo/a, tu pareja, madre/padre, hermano/a…
Quiero invitarte a hacer un ejercicio sencillo y especial estas navidades con tu familia: El Frasco de los Momentos.
- Materiales:
Busca un frasco (puede ser uno que ya tengas en casa) y pequeñas piedras, papeles o cualquier cosa que puedas usar para representarlos. - El Momento:
Dedica un rato en familia para pensar en los momentos más significativos del año que está terminando. - La Reflexión:
Cada persona escribe o comparte en voz alta un momento que desee guardar en el frasco. Puede ser algo grande o pequeño: una sonrisa, un abrazo, un logro personal, una cena especial. - El Frasco:
Coloca cada “momento” representado en el frasco. Este frasco será un recordatorio de los instantes que llenaron de luz el año, incluso en medio de los desafíos. - El Propósito:
Déjalo en un lugar visible y agrega nuevos “momentos” durante el próximo año.
Estas navidades, quiero llenar mi frasco con momentos simples pero significativos: una conversación alrededor de la mesa, una risa compartida, un abrazo sincero. Porque aunque la ausencia de mi padre está presente, su amor sigue llenando nuestras vidas. Y eso también es parte del aquí y ahora. Este fin de semana hemos puesto el árbol y Erik ha sido el encargado de su decoración… no teníamos estrella… pues la hizo a mano. Disfrutando de los momentos… y vosotros/as ¿qué tal el puente?
Por cierto, hace tiempo escribí un post junto con @goroji que tenía un cuento con una reflexión similar… cuando escribíamos a cuatro manos… «Ayer, hoy, mañana… y siempre»
Gracias por llegar hasta aquí y leer este post. Espero que esta reflexión y el ejercicio del frasco de los momentos puedan inspirarte a vivir más presente estas fiestas, apreciando los pequeños instantes que llenan de significado nuestras vidas.
Si estas palabras te han resonado o si decides hacer el ejercicio en familia, me encantaría saberlo. Compartir nuestras experiencias también es una forma de llenar ese frasco de conexión y aprendizaje. Compartir es vivir!!!
¡Felices fiestas y que tu frasco de los momentos se llene de luz, amor y presente!