¿Te vas a mudar?

Organizando mi mudanza a Colombia, que podría ser para finales de noviembre (aún no tengo vuelo, porque eso también requiere una gran organización). Siempre que estoy en uno de estos momentos, me arrepiento de haber nacido viajera y me digo que esta será la última vez y que cuando acabe esta aventura me pondré a tener hijos en algún monte astur y tendré una rutina e iré a la compra todos los días y llevaré una vida sedentaria. Puede sonar raro, pero esas son las cosas con las que una viajera fantasea.

Y digo nacer viajera, porque yo creo que esto te llega desde la cuna y no con el tiempo. Para una persona que nace así, si le quitas de viajar es como quitarle el 70% del oxígeno, simplemente, no lo podemos evitar.

Pues os cuento que cuando me mudo a un nuevo país, me hago muchos propósitos. Supongo que la mayoría de vosotros lo hacéis cuando llega el nuevo año. Yo lo hago antes de empezar una nueva aventura. Algunos suelen cumplirse, pero lo más común es que estos cambien al llegar al nuevo destino, bien sea por el cambio de intereses al conocer el lugar o porque las circunstancias no permiten llevar a cabo mis propósitos, porque eran simple fantasías infundadas.  Para que entendáis esto os pongo un ejemplo de hace dos años: ir a Marruecos a apuntarme a clases de danza árabe. Pues mal, porque las marroquíes nacen moviendo las caderas y esas clases están sólo disponibles en sitios super turísticos y a precios desorbitados.

Por este motivo, aún no tengo vuelo comprado, que es algo que, os lo juro, me estresa más que nada, porque tras esto no hay marcha atrás, y tampoco tengo piso para alquilar, pero sí que tengo ya un lugar en el que hacer voluntariado en mi tiempo libre, que es una organización con muchas e interesantes iniciativas sobre sostenibilidad y ya he encontrado academia para hacer Muay Thai, un arte marcial que empecé hace un mes en mi pueblo y que me gusta mucho.

Aunque suene raro, me gusta saber lo que voy a hacer en mi tiempo libre para estar más motivada. Esto se sumaría a las horas de trabajo que tengo que aumentarán estando allí porque estoy haciendo contactos para poder asistir a ruedas de prensa y otros eventos cuanto antes. Igual las horas del día no me dan para todo, pero dicen que el café de Colombia es muy bueno, ¿no? Aunque también es verdad, que al llegar allí, cabe la posibilidad de que tenga que cambiar el Muay Thai por otro actividad. Una posibilidad es que la academia esté demasiado lejos de mi casa, teniendo en cuenta que Bogotá es una ciudad gigante y sin metro, por lo que no quiero ni imaginarme el tráfico ni la cantidad de gente en los autobuses públicos.

Así que, mientras me compro el billete, que espero que sea ya, los planes ya están hechos. Sólo faltará ver si se cumplirán todos ellos.

Foto de http://iboomer.com