Revista Diario
Hace unos días leí la noticia que un padre iba a ser juzgado en Albacete por haber pegado una bofetada a su hijo hace ahora 3 años, y que desde entonces no había podido ver al menor.
Por supuesto que estoy en contra de la violencia física de cualquier tipo y hacia cualquier persona, pequeña o grande, pero después de reflexionar sobre la noticia me parece un poco exagerado pedir una pena de cárcel por una bofetada y mucho más tener a un padre y a un hijo tres años sin verse por lo mismo.
Cuando yo era pequeña mi madre nos daba en el culo con la zapatilla de estar por casa, pero no lo recuerdo como algo traumático sino con una sonrisa, porque no solo no nos hacia daño sino que mis hermanos y yo nos lo tomábamos a cachondeo con lo que mi madre todavía se enfadaba más. Aun así, ahora que la madre soy yo, ni pego ni permito que nadie pegue a mi hijo.
Creo firmemente que se puede educar sin pegar ni un bofetón, ni un azote en el culo etc...Recuerdo que por Navidades el niño empezó a pegar y la verdad es que daba unos manotazos que hacían daño. Cuál es mi sorpresa cuando veo que tanto abuelos como tíos para que el niño dejara de pegar le peqaban a él en las manos. Ya me tuve que poner sería con todos y decirles que nada de darle en las manos, si le estaban haciendo a él lo que no querían que hiciera, así como iba a aprender el niño: "No se pega" le decían mientras le pegaban a él en las manos...sin comentarios.
El caso es que yo prefiero explicarle a mi hijo porque no se hacen las cosas y ponerme seria con él (y mira que sabe cuando estoy enfadada)y llegado el caso distraerle con otra cosa porque por ahora sólo tiene 18 meses y por mucho que le diga y le explique seguro que va a seguir haciendo las mismas cosas una y otra vez.