Revista Cultura y Ocio
Lo prometido es deuda, aquí les dejó los otros dos teaser del libro que les presente en el WOW de hoy, para quienes quieran conocer la sinopsis del libro y el primer teaser, dar clicl AQUÍ.
Teaser 2
Me comí el bocadillo en la sala de estar, mientras que él estaba en la mesa de la cocina, los dos necesitábamos un poco de espacio, uno que era difícil de conseguir en una casa tan pequeña. Cada movimiento que hacía, cada respiro que daba, lo sentía. Me di cuenta con un sobresalto que me sentí reconfortada por su presencia, la idea me hizo arder la cara por la rabia.
Siempre me he enorgullecido por mi independencia. Desde que mi padre fue a la cárcel, había tomado el cuidado de mi msima y maldita sea si dejaría ahora que alguien más venga a invadir mi espacio, haciéndome dependiente y débil como la mierda.
No enloquecería de esta manera.
Después de terminar mi almuerzo, me fui al fregadero y lavé mi plato. Mientras hacia mi camino de regreso al estudio, la voz profunda del extraño me alcanzo, deteniéndome en seco. —No te enojes, Kat
Miré por encima del hombro, sorprendida una vez más por el rostro del hombre devolviéndome la mirada.
—No estoy enojada.
Él arqueó una ceja.
—¿Así que estas feliz, entonces?
—Maldito exasperado —dije inexpresiva.
Él ser rió entre dientes.
—No tienes nada de qué avergonzarte, lo sabes —dijo—. Tienes un buen cuerpo.
Mi pulso se aceleró de nuevo, a pesar de mis deseos.
—Buen cuerpo. Sip. Cierto.
—¿Qué, no piensas que tienes un buen cuerpo?
—Creo que tengo un cuerpo fuerte —le respondí.
—¿No me digas que crees que estas gorda?
Me di la vuelta, mis manos apretadas.
—Dios, eres tan conflictivo.
Su ardiente mirada se poso en la mía.
—Tú también.
—Por el amor de Dios, no, no creo que esté gorda —le dije—. ¿Sí creo que hay mejores cuerpos por ahí que el mío? Claro. ¿Debería de lamentar el hecho de que nunca voy a tener un cuerpo sexy estilo Hollywood? Por supuesto que no. ¿Me preocupo por cómo me veo? Puedes adivinarlo.
—Hazme un favor, Kat —dijo suavemente a través de la habitación—. Cuando me haya ido, párate frente a tu espejo y échate un vistazo a ti misma. Mírate realmente. Haz de cuenta que estás viéndote a través de los ojos de otros.
—¿Qué sentido tiene ese pequeño ejercicio inútil?
—Quiero que veas por ti misma lo que realmente eres —dijo—. No tengas miedo de mirar.
Bueno, eso me irritó. No hay nada como decirme que soy una miedosa para molestarme.
—No tengo miedo. Es sólo que no quiero estar toda exaltada por absolutamente ninguna razón. Vivo sola, la única persona que tengo a mi favor es a mí. Y será mejor que creas que estoy bien con lo que veo.
—Hay una diferencia entre estar bien y ser feliz.
—Yo estaba feliz antes de que llegarás.
—¿Estás segura?
Teaser3
Santa mierda.
Apoyé la espalda contra la puerta, tratando de contralar mi respiración. Mi cuerpo se sentía como si estuviera en llamas, mi garganta estaba seca y mi entrepierna palpitante por ese beso.
Beso: esa palabra no parecía suficiente para lo que acababamos de hacer. Follando con la boca —más bien. Todavía lo podía saborear, todavía podía sentir su cálida lengua invadiendo mi boca. Aún podía sentir sus manos deslizándose por todo mi cuerpo. Mi cara se calentó ante el pensamiento de su dura longitud apoyada en mi cadera. Él me había hecho sentir tan lista…
La pregunta era: ¿Lo estaba?
Me cambié el vestido y zapatos por mis camisetas habituales y colgué el vestido en el armario, un poco sorprendida de que la costura se mantuviera aún. Era más seguro estar en mi regular ropa holgada, era mucho más fácil de evadir los avances de un hombre increíblemente sexy. Si me encontraba atractiva con esta capa de algodón gris envejecida, entonces definitivamente había algo mal con su cabeza.
Él levantó la vista del sofá cuando salí de mi habitación. Al parecer, había estado fuera tanto rato que tuvo tiempo para limpiar la mesa y lavar los platos.
—Tenemos que hablar de ese beso —dijo, poniéndose en pie.
—No, no lo haremos —dije.
Fruncio el ceño.
—No podemos ignorar lo que pasó. —Hizo un gesto hacia el espacio entre los dos—. Algo está sucediendo aquí.
Tragué saliva, mi corazón latió frenéticamente ante la idea de enfrentar mis crecientes sentimientos por él. Había algo en aquel beso, pero, ¿qué me cuestaba admitirlo en voz alta?
—¿Sabes qué? Puedes pretender a ti misma que no lo sientes, pero no me engañas. No cómo engañaste al Sheriff
—¿Qué sabes sobre mí y Drew?
—Absolutamente nada, aparte del hecho de que incluso él no podía decir que no me quera aquí —dijo—. Y no estaba muy feliz por eso.
Jugueteé con las magas de mi sudadera.
—Esto no es sobre él.
—Tienes razón. Esto es el noventa por ciento sobre ti. —Sus ojos se clavaron en los míos, haciendo todo lo posible para ponerme nerviosa—. Y el diez por ciento sobre mí.
—Sería jodidamente estúpida si comienzo a tener sentimientos por alguien que no recuerda quien es —dije finalmente—. ¿Qué pasa si estás casado? ¿Qué pasa si tienes hijos?
Él tendió su mano izquierda.
—No llevo anillo, o la línea blanca que indicaría que solía usar uno.
Le golpee la mano.
—Eso no quiere decir nada.
—Eso demuestra que no estoy casado —dijo, deslizando sus manos en los bolsillos de su pantalón—. Tu verdadera preocupación es que voy a recuperar mi memoria y no voy a querer estar contigo nunca más. Crees que soy de las personas que suele pensar que no eres digna.
Me dolio el pecho por sus palabras, porque a pesar de que no lo decía con malicia, estaban teñidas con el mismo pesar de burlas que en la escuela secundaria.
—Vete a la mierda —le dije, sintiendo el escozor de las lágrimas en mis ojos. Me di la vuelta, deseando que fuera un vampiro para que pudiera estar sin el efecto de mi invitación—. Me voy a la cama.
Él se acercó a mí alrededor bloqueando el camino hacia mi habitación con su gran cuerpo, con los brazos cruzados sobre su pecho. Se veía tan intimidante, y un poco más irritado. —Está bien, pero piensa en esto —agarró los lados de mi cabeza y me besó con fuerza. Había una desesperación en este beso, la forma en que sus labios se apretaban contra los míos, el impulso insistente de su lengua mientras me devoraba.
Mi cuerpo se rindió, y me encontré suspirando contra su boca una vez más a mi pesar. Parecer ser fácilmente manipulada me hacía sentir débil, pero ya no podía luchar contra él, no cuando todo mi cuerpo lo deseaba tanto estremeciéndose con su toque.
Me mordió el labio inferior y lo chupó un momento antes de alejarse. Me dio un suave beso en la mejilla y luego susurró en mi oído: —Con o sin memoria, todavía te deseo, Kat.
Luego me dejó sola, dolorida por todas partes después de alejarse.
Fin de los Teasers
Teasers traducidos por Amante de los Libros.
Fuente de los Teasers Blog June Gray