Excelente trabajo también el de César Enríquez en la dirección y el libreto en el que también colaboró Andrea Belén SánSa. La temática es tan actual que parece que minutos antes de salir a escena le dan los últimos retoques. En ella incluyen los sucesos como “La marcha por los niños” y el llamado por parte de la iglesia a oponerse a los matrimonios igualitarios.
El productor Javier Rodríguez logró conjuntar un gran equipo y el resultado fue extraordinario. La escenografía, el diseño de vestuario y maquillaje también dieron su razón de ser a este espectáculo de cabaret.En pocas palabras una obra muy tapatía que bien se puede representar en cualquier parte del país. Si usted no fue de los pocos afortunados que pudieron presenciar este estreno, esté pendiente de su próxima temporada. Los tres primeros fines de semana de octubre con funciones sábados y domingos. Y si como yo tuvo la suerte de estar ahí pues entonces ya sabe que volverla a ver es toparse con algo nuevo sobre qué reír y reflexionar.Compre sus boletos con tiempo…es en serio. Lo puede hacer en las taquillas del teatro o por el sistema TicketmasterRevista Cultura y Ocio
Entre Machos, Machas y MochosSomos Bien MuchosDirector: César EnríquezCon un lleno total se estrenó en el Teatro Vivian Blumenthal la obra “Entre machos, machas y mochos, somos bien muchxs”. En esta obra las “mujeres” más representativas de Guadalajara, en su forma de estatuas; Minerva y Beatriz Hernández, cobran vida para mostrarnos a través de su personalidad la personalidad de la ciudad misma.Con todo el toque del cabaret político mexicano y una dramaturgia que parece se terminó de escribir ayer, Lucía Cortés (La Minerva) y Sara Isabel Quintero Coronado (Doña Beatriz Hernández) hacen gala de su talento, frescura y simpatía para hablar de ese río de aguas negras que corre por debajo de nuestra bella ciudad. Ese río del cual se nutre la intolerancia y el juicio de una sociedad con moral de doble cara.Mine y Betty entretejen la sátira política y el determinismo conservador con el rol que ocupan las mujeres tapatías. Esas que forzosamente llevan colgada una etiqueta que las marca como deben de ser a los ojos de la sociedad que se rige por la ley de Dios y las buenas costumbres. Cada una habla de su condición femenina, de sus batallas, sus demonios y su orientación sexual.A pesar de lo complicado que puede resultar tratar temas como: violencia contra la mujer, homosexualidad, machismo, gobierno, iglesia, clasismo y subversión. Estas dos mujeres maravillosas, lo hicieron de manera amena y simpática. Con un humor de oscuras tonalidades, que no tiene más intención que crear conciencia de una manera divertida.Música, baile y muchas carcajadas llenaron el espacio del teatro por más de una hora. Jonathan Cortez Castillo (El Músico) marcaba el ritmo en el que Mine y Betty cantan gran cantidad de improperios, dejando con la boca abierta a unos y con lágrimas de risa a otros.