Revista Cine
El pasado fin de semana volamos a Londres para pasar unos días de disfrute y compras. Pero no solo eso, era la excusa perfecta de ir a ver la obra de teatro Mojo.
Nada más anunciar que se realizaría esta obra, a los dos días compré las entradas, debía verla, no todos los días se junta un elenco de tal envergadura.
Brendan Coyle, famoso en estos momentos por su papel como Sr. Bates en Downton Abbey, Tom Rhys Harries visto en Parade's End, Daniel Mays visto en Expiación entre otras, Ben Whishaw visto en el remake de Retorno a Brideshead, Colin Morgan protagonista en la serie de la BBC Merlín y Rupert Grint, actor de la saga Harry Potter y siendo este su debut en el teatro.
Fue por este último por el que quería verle en su debut en las tablas, siendo gran fan de la saga harry potter y gran fan de sus actores.
Mojo: mo·jo /'mo,jo/ es un nombre que significa un amuleto mágico, talisman o hechizo. Un poder mágico.
Los personajes en Mojo son ficticios, pero el mundo donde despiertan es todavía visible a través de la ventana del tiempo: un mundo de rincones húmedos en los suburbios bombardeados de Londres donde el silencio dio paso a una sucesión de sonidos totalmente nuevos: el ruido espeluznante y extranjero que se hizo en una guitarra, el ritmo hambriento que lo acompaño, y cuando todos esos elementos se juntaron resurgieron los gritos de todas aquellas personas por las que se hizo ese sonido: los adolescentes.
A finales de 1956, no había duda de que los adolescentes británicos estaban listos para el rock'n roll. Y es en esta época donde se sitúa la acción. En un club dirigido por el Señor Ross, al que nunca vemos pero los personajes hablarán de él con miedo y respeto. Y la estrella del local, Silver John (Tom Rhys Harries) será el cantante rock, es el que hace la introducción a la obra con su preparación antes de salir a escena todo vestido...literalmente de plateado. Posteriormente aparecerán los trabajadores del jefe, apodados Potts (Daniel Mays) y Sweets (Rupert Grint) deleitándonos con las mejores discusiones de la obra, con puntazos cómicos. Skinny (Colin Morgan) trabaja en el club limpiando y demás quehaceres, y está acosado...sexualmente podríamos decir, por Baby (Ben Whishaw) que tiene una obsesión enfermiza con él y...sus pantalones. Y finalmente tenemos al segundo al mando, Mickey (Brendan Coyle) que intenta mantener un poco de sensatez entre tanto joven alterado.
La trama gira entorno a la desaparición y asesinato de uno de los personajes, por lo que se verá como cada uno afronta la situación y como intentan arreglárselas.
Me encanta ver el teatro británico, siempre me ha parecido que tenga una esencia diferente a lo que estoy acostumbrada a ver. Este verano ya hablé sobre ir al Globe de Londres y ver La Tempestad donde también salía Colin Morgan, y era excepcional, me pareció increíble su actuación, y ahora en Mojo se ha superado, tiene un don para el teatro y sabe explotar su potencial. El otro más destacado era Daniel Mays, para mí, el mejor actor de todo el elenco, seguido por Ben Whishaw y Rupert Grint. Este me sorprendió también en el escenario, nunca sabes como puede ser un actor de cine en las tablas de un teatro, y fue mejor de lo que me esperaba, en su línea irónica y a veces patosa, pero estaba a la altura de los demás actores, espero que esta sea la primera de muchas obras de teatro, porque no se que tienen los británicos en la sangre, que nacen para esto. El que me decepcionó un poco fue Brendan Coyle, el señor tiene ya una gran trayectoria en teatro y series, es más, yo lo conocí en la serie de la BBC Norte y Sur. Pero no se si era porque era el único adulto ante tanto joven, o no lo veía cómodo o que pasaba, pero las demás actuaciones lo eclipsaban. De Tom Rhys Harries no puedo decir mucho, creo que solo dijo dos palabras en toda la función y cuando acabó la obra dijo unas palabras en nombre del cast para recaudar fondos para una organización, y aún así olvidó una línea y tuvo que ayudarle Daniel...
La primera parte de la obra me gustó más que la segunda, quizás porque había más cantidad de momentos cómicos que la segunda que se convirtió en más seria y oscura. Lo malo fue al final, un momento que Colin hizo una megaactuación y la gente la malinterpretó como algo cómico y se reían cuando debería haber habido silencio angustioso, pero creo que al final todo se aclaró.
Respecto al entender la obra, debo reconocer que al inicio me costó horrores entenderles, hablaban muy rápido y con un acento muy marcado. Claro que las palabrotas y las palabras obscenas las entendía a la primera, pero al cabo de media hora ya estaba acostumbrada y no me costó seguirla.
Me gustó muchísimo la obra, me pareció buenísima. Lleno absoluto en el teatro. Me encanta! Había para variar muchísimas fans de Colin Morgan, que les da? Dato extra: vi a la salida como pasaba Rupert delante de unas chicas que esperaban la salida de actores, y pasaron completamente de él... es ron weasley por el amor de dios!!
Quizás las nuevas generaciones prefieran a Colin, aunque había mucha fan de Ben Whishaw también!
Y ahora querría compartir uno de mis momentos más geniales como fangirl de mi vida. Por la tarde, antes de la obra, estábamos dando una vuelta por el barrio cercano al teatro buscando un sitio para tomar café. Cuando de repente en la esquina de una callejuela vi a alguien con capucha morada fumando que me resultó terriblemente familiar... en efecto, era Rupert Grint. No me lo podía creer. Así que nos acercamos para saludarle y él encantado nos dio la mano y nos pusimos a hablar un poco, estuvo encantado de que nos sacaran una foto y le dije que luego íbamos a verle en la obra, que mucha suerte. Él sin dejar de sonreír nos lo agradeció y ya nos fuimos. Yo en mi nube de felicidad absoluta...quien iba a decirme hace más de 10 años que iba a encontrarme a Rupert Grint....Ron Weasley, mi won won, en la calle por Londres! Realmente, fue mágico! Ya sabéis que no me gusta publicar fotos mías por aquí a no ser que sean censuradas...pero bueno, haré una excepción porque el momento lo merecía. Gracias Rupert por ser como eres!