Técnica de maquillaje baking paso a paso

Maquillaje baking paso a paso: ¡todo lo que debes saber del make up “horneado”!

El baking es una novedosa técnica de maquillaje que consiste en la aplicación de una generosa cantidad de polvo traslúcido sobre el corrector en crema que se coloca en algunas zonas del rostro para que este último se “cocine”. Aunque parezca extraño, ¡así es! Así que el principal objetivo es dejarlo ahí de 10 a 20 minutos para que penetre bien en la piel. Por lo que el resultado sea un maquillaje muchísimo más duradero y resistente, obteniendo a la vez una apariencia radiante y una piel natural increíble.

Ten en cuenta que el baking es ideal para lograr un acabado impecable, reducir la visibilidad de las arrugas y los poros abiertos. Además evita que los productos de maquillaje queden acumulados en las líneas de expresión. ¿Cómo funicona? Con el calor que genera la misma grasa natural de la piel, el polvo y el corrector en crema se van a fusionar creando así un maquillaje natural y luminoso al instante.

Polvos translúcidos

Ni bronceadores, ni con brillos. Ten en cuenta que se trata de luchar contra ese efecto. Así que por eso se hace hincapié en eso de que sean translúcidos. Entre los tipos de polvos, el traslucido deja pasar la luz a través de ellos y a la vez no deja escapar ni un brillo incómodo. Si está demasiado compacto, puedes rascarlo hasta hacer una buena cantidad.

¿Quién puede usar baking?

Este tipo de maquillaje es ideal para todas, pero especialmente puede servirles de gran ayuda a aquellas que tienen piel grasa o sufren de acné. La razón es que ofrece una cobertura especial y permite reducir la oleosidad de las partes más grasas del rostro, como es la zona T. Por lo que por fin podrán tener una piel sin brillos y perfecta al finalizar el día.

En el caso de tener acné, será esencial elegir los productos adecuado de maquillaje, optando por aquellos que sean de buena calidad, hipoalergénicos y libres de aceite. De lo contrario, el acabado podría no ser el esperado y empeorar el estado de la piel, volviéndola mucho más vulnerable a posibles infecciones.

Corrector

Comienza aplicando una capa abundante de corrector en forma de triángulo debajo de tus ojos.

ESPONJA HÚMEDA

Después, con una esponja húmeda difumina el corrector que habías aplicado y déjalo secar durante un minuto.

SECA CON POLVO

Con una brocha suave y pequeña, aplica un poco de polvo traslúcido en el área para remover cualquier rastro de humedad. Deja que tu piel absorba el maquillaje durante unos minutos.

CAPA GRUESA DE POLVO

Toma tu esponja húmeda y aplica una capa gruesa del mismo polvo traslúcido sobre el área. De nuevo, déjalo secar por unos cuantos minutos para que se absorba bien.

RETIRO CON BROCHA

Finalmente, usa la misma brocha para “barrer” el exceso de polvo que aún queda debajo del área de tus ojos y arriba de tus mejillas ¿El resultado? ¡Un acabado suave tipo porcelana.

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