¿Sabes cuales son las prácticas más habituales para realizar pinturas abstractas de flores? Te contamos como lo hace la pintora Vie Dunn-Harr.
COMO HACER PINTURAS ABSTRACTAS DE FLORES
¿A quien no le gustan los cuadros de paisajes, los bodegones pintados o los óleos de flores. Pintar flores no es sencillo, pocos pintores se atreven con las técnicas precisas para hacer buenos cuadros con flores. Los mejores pintores de cualquier época se han atrevido alguna vez con las flores, pero lo que es menos común son los cuadros abstractos de flores.
Uno de las mejores pintoras de flores es Vie Dunn-Harr. La artista tiene un estilo único y peculiar para pintar flores en fondos, podríamos considerar, abstractos. El secreto de su pintura está en su particular proceso creativo. Primero busca inspiración en revistas de diseño de interiores buscando una habitación que le inspire, y cuando la haya, la toma como referencia para “introducir” su arte en ella. Es como si pintara para decorar esa habitación.
LA TÉCNICA PARTICULAR DE PINTAR FLORES ABSTRACTA DE VIE DUNN-HARR
Después escoje el tamaño del lienzo, el que considera más acorde al tamaño de la habitación que le ha inspirado. Despues cubre el lienzo con capa fina de Liquin, estudia la estructura y la composición de la habitación y comienza a pintar una abstracción con el Liquin aún húmedo. Extraño cuando menos ¿no?
Cuando ha cubierto todo el lienzo pasa a un proceso de pensar cual será el contenido que mejor encaja en el fondo abstracto. Normalmente es una o varias flores. Busca fotos para inspirarse de nuevo y cuando se decide pinta el elemento escogido encima del fondo abstracto que aún está húmedo.
CUANTO MÁS TIEMPO SE DEDIQUE A UNA OBRA DE ARTE, MEJOR.
Con esta técnica, la pintora tarda cerca de 6 a 10 horas diarias en la elaboración de sus obras de arte, y puede llevarle días o meses dependiendo de la complejidad del cuadro que le ocupe en cada momento. Ella es una convencida de que la creatividad requiere de tiempo, que no es fácil conseguir buenos resultados si no se maduran las ideas y se dedica días y hasta meses a irlas madurando y plasmándolas en el lienzo. Los cuadros modernos son, ante todo, un complemento decorativo, pero eso no ha de restar absolutamente nada del componente artístico a la obra, más bien al revés.