TÉCNICAS EFECTIVAS PARA COMBATIR EL CANSANCIO PARTE III
ENERGIZA TU ESPÍRITU
Todos estamos familiarizados con el cansancio físico, aunque el cansancio mental tristeza, aburrimiento, preocupación, ira, y estrés general puede llevarse una porción mayor de tu vitalidad, incluso al grado de paralizarte.
La vida transcurre y, por más que no lo queramos, las situaciones difíciles con sus consecuentes emociones se nos presentan.
Pero si aprendemos a reaccionar, a hacerlo con inteligencia, nuestro cerebro y nuestro cuerpo renacerán, llenos de vigor y vitalidad.
- Salpica tu cara con algo de agua o tómate una ducha cuando sientas que estás al borde del colapso.
Según los hallazgos publicados en el Journal of Personality and Social Psychology, el 55% de los participantes en un estudio reportó que usar alguna de estas “terapias acuáticas” tenía efectos beneficiosos sobre su estado.
Aparentemente, un poco de agua refrescante puede hacer instantáneamente que nos avispemos cuando estamos desbordados.
· Vístete en tu traje de poder cuando te sientas decaído.
Combate la tendencia ponerte los pantalones de entrenamiento cada vez que te sientes desanimado.
Aunque parezca un tanto alocado ponerte ese pantalón o esa falda que guardas para ocasiones especiales, una prenda distinguida te ayudará a verte mejor en el espejo y te reflejará una imagen energizada no una desinflada, alicaída que confirme o refuerce tu estado interior.
Vestirte para el éxito, en tu traje de poder, te hará sentir un gran impulso mental cada vez que veas tu reflejo o recibas un cumplido a lo largo del día.
· Expresa tus sentimientos
Mantener el temor, la ansiedad, y el estrés enfrascado no es la mejor forma de lidiar con tales emociones.
En cambio, discutir los sentimientos negativos con otra persona puede ayudarte a abordarlos y dominarlos.
Al ventilar las angustias, los problemas, y las miserias, uno reduce su capacidad de socavar tu vitalidad.
· Escucha música
Escuchar música es una de las formas más efectivas de cambiar el mal humor, disminuir la tensión, e incrementar la energía.
Ten en cuenta lo siguiente: los resultados de un estudio publicado en la revista Ergonomics dan cuenta de que los corredores que escuchaban música mientras trotaban sobre la cinta para correr lo hacían más rápido que aquellos que lo hacían en silencio sin importar el volumen ni el tipo de música.
Otras investigaciones sugieren que la música distrae a las personas del sentimiento de fatiga. Lleva contigo un CD con tus canciones favoritas y utilízalo cada vez que necesites levantar el ánimo.
Y, si de paso quieres hacer ejercicio, mucho mejor para ti…; después de todo, la música hará que se mueva alguna parte de tu cuerpo.
· Deja ir los rencores
Alimentar rencillas y rencores en tu mente puede hacer que tu cuerpo y desde luego tu mente se vean bajo un estado de estrés crónico, incrementando tu ritmo cardíaco y tu presión arterial, debilitando tu sistema inmunológico y generando fatiga con el tiempo, según un estudio publicado en la prestigiosa Psychological Science.
Por otra parte, practicar la empatía y el perdón después de haber cometido un error te hace sentir nuevamente en control, lo que ayuda a mantener las energías del cuerpo.
La próxima vez que te encuentres masticando sentimientos amargos y tormentosos, repite alguna frase que te ayude a descargar tensiones, como ser: “El perdón me hace sentir más feliz y me convierte en una persona más fuerte”.
· Respira profundo
Cuando estamos bajo estrés, solemos respirar sólo con el pecho, como si se trataran de cortos jadeos. Esta respiración lleva menos aire a nuestros pulmones y reduce la provisión de oxígeno al cuerpo y al cerebro, haciéndote sentir cansado mental y físicamente.
El objetivo, en este caso, es hacer respiraciones profundas, con el diafragma cuando inspiras, tu ombligo debería hincharse como un globo; cuando exhalas, debería desinflarse lentamente.
Desde luego, recuerda que practicar la respiración profunda no es lo primero que debes hacer si estás en un aprieto mayor, sino que es una técnica que puedes llevar a cabo cuando estás en la computadora o recostado.
· Ordena tu casa
Dirígete hacia esa pila tambaleante de papeles o a ese armario desbordado y pon las cosas en orden. El desorden puede hacer que te sientas fuera de control, como superado por la situación, sobre todo cuando te encuentras atravesando un período de depresión o angustia.
Por otra parte, el simple hecho de cumplir un objetivo, por más que se trate de poner en orden un escritorio, puede ser energizante.
· Haz el bien
Los actos de altruismo pueden agregar un poco de vitalidad a tu andar. De hecho, un estudio publicado en el Journal of Health and Social Behavior destacó que el trabajo voluntario puede elevar los niveles de energíaen seis formas:
incrementa la felicidad, la satisfacción con la vida, la autoestima, el sentimiento de control sobre la vida, la salud física, y el humor o la disposición anímica.
Busca oportunidades de realizar trabajos voluntarios a corto y largo plazo y tendrás una herramienta más para energizar tu espíritu.
Si bien los científicos aún no comprenden las causas, el ejercicio aeróbico ha demostrado ser beneficioso para conciliar el sueño durante las noches, para pasar más horas inmerso en el sueño profundo, y para tener menos interrupciones del sueño durante la noche.
Al mismo tiempo, el ejercicio vigoroso puede actuar como un estimulante (a modo de energizante durante el día), de modo que planifica tus rutinas de ejercicios para las mañanas o las tardes, cuando tu cuerpo más necesitará de esta inyección de energía.
· Sigue la regla de los 15 minutos
Si no logras dormirte, o si te despiertas y no vuelves a conciliar el sueño dentro de los 15 minutos posteriores, salte de la cama y haz algo relajante que te ayude a despejar la mente, como leer, meditar, o tejer (pero nunca mirar televisión o navegar en la Web).
Luego, una vez que vuelvas a sentir sueño, regresa a la cama. Si te obstinas en permanecer en la cama e intentas obligarte a dormir, sólo lograrás caer en un estado de ansiedad, que justamente es lo que menos necesitas.
· Escribe tus preocupaciones
Durante el día, toma nota de cualquier elemento estresante que esté perturbando tus pensamientos. Luego, intenta buscar formas de resolver estas cuestiones antes de ir a la cama.
Si te estás quedando corto de ideas, aleja la lista y vuelve a pensar en las soluciones durante tu ducha matutina o mientras viajas al trabajo.
El simple hecho de hacer establecido un plan para abordar tus problemas y tus tareas te hará sentir que has hecho un progreso importante, permitiéndote relajarte, dormirte, y despertarte listo para encarar el nuevo día con mayores fuerzas.