Cuando realizamos rutas de varios días y acampamos al aire libre, nos puede resultar difícil darnos una ducha si no hay ríos, embalses o mar cerca por eso a través de este artículo os daremos algunas alternativas para quitarnos la suciedad después de estar varias horas montando en bicicleta.
La primera opción es llevar consigo toallitas húmedas que, aunque no es lo mismo que ducharse nos quitarán la suciedad más superficial y el sudor. Si luego nos aclaramos con un poco de agua la sensación antes de irnos a dormir será muy positiva dentro de las condiciones.
Rellenar los bidones de agua antes de empezar a buscar donde acampar también nos vendrá muy bien para frotarnos e ir retirando el polvo y el sudor acumulado. También podemos llevar con nosotros un pequeño barreño y llenarlo con agua e eliminando la suciedad poco a poco.
La ducha de campaña es un elemento más sofisticado. En realidad son unas bolsas de agua de tela que llevan incrustada una cinta para colgarla de un árbol. Se calienten por ellas mismas con la acción del sol y son actualmente la opción más cómoda y la que más se parece a una ducha.
Elijáis la opción que elijáis, llevarlo pensado antes de acampar porque en cualquiera de los casos debemos buscar un punto de agua durante la ruta que podamos guardar para cuando llegue la hora de acampar.
Y recordar que la higiene durante las marchas y rutas en bicicleta es muy importante porque estamos expuestos a todo tipo de bacterias y hongos.