Revista Cultura y Ocio
Gonzalo Garrido triunfa con 'Las Flores de Baudelaire', protagonizada por un detective amateur conmocionado por un espectáculo dantesco de infanticidio.
En 'Las Flores de Baudelaire', la novela de Gonzalo Garrido que le ha supuesto el premio 'Lee Misterio' el pasado año, el protagonista, un detective amateur conmocionado por un espectáculo dantesco de infanticidio, decide investigar el origen del crimen. La novela, avalada ni más ni menos que por Eduardo Mendoza, un maestro del género, es la primera del autor vasco. ¿Cómo decide el protagonista de la novela, un fotógrafo de prensa habituado a escenas grotescas, investigar algo que va a reportarle amenazas, situaciones de riesgo, conflictos con quienes están a su alrededor? Maldonado es un hombre escéptico que ha vivido mucho y que no cree apenas en nada ni en nadie. También tiene un componente de desclasado, a pesar de estar insertado en la sociedad por su trabajo y de contar con muchos amigos. Su vida familiar es un desastre. Y tiene una parte oculta, algo viciosa. Sin embargo, es una persona luchadora que se rebela contra la injusticia, en especial sobre los más inocentes. Y es algo mujeriego… Creo que por todas esas razones se mete a investigar. Maldonado representa la emergente clase media de la época: un autónomo con un pequeño negocio, una familia convencional a la que detesta y una amante habitual con la que se encuentra cómodo ¿alguna identificación personal con el protagonista? En general, el autor está diseminado por toda la historia, por todos los personajes. Y no sólo el autor, sino su entorno, sus amigos, las experiencias escuchadas, las lecturas. En cualquier caso, yo no he pretendido crear un protagonista a mi medida, ni mucho menos. Aun así, diría que tiene mi espíritu independiente y contradictorio. Bilbao representa uno de los núcleos industriales más relevantes de la época (principios de siglo XX) por inversión y localización geográfica del momento pero ¿había sido ya escenario de una novela de estas características? El Bilbao de principios de siglo ha tenido reflejo en la narrativa, sobre todo en escritores de aquella época como Julián Zugazagoitia, con 'El botín', o Vicente Blasco Ibáñez, con el 'Intruso'. Más recientemente Antonio Menchaca escribió 'Las cenizas del esplendor'. Sin embargo, no ha habido un tratamiento de novela negra hasta 'Las flores de Baudelaire'. De hecho, hay una carencia de este tipo de literatura en nuestra narrativa de comienzos del siglo XX, a diferencia de la norteamericana, inglesa o francesa. En realidad no sé si hablar de Bilbao como escenario o como protagonista. Su presencia lo abarca todo, se respira el ambiente de la época en cada explicación, en cada búsqueda de Alfredo Maldonado Bilbao es un protagonista más en la narración, por no decir el más importante. Mi intención era introducirlo paulatinamente en la novela hasta colocarlo en un primer plano al final de la misma y obtener una visión de conjunto. Pero no sólo de Bilbao, sino también de la sociedad española, con la Primera Guerra Mundial como trasfondo. Creo que recoge muchos de los tics de aquellos años, aunque se sitúen en un entorno concreto. La masonería, las órdenes religiosas vinculadas, el servicio real británico y la inestabilidad política de la época, los exilios forzosos y forzados de alguno de los personajes, ¿Cómo idea toda la ambientación? Y ¿por qué esta época? Buscaba una época no muy lejana en el tiempo con un cierto paralelismo con nuestra realidad actual. Quería descubrir algunas de las claves de la condición humana en un momento de riqueza fácil, cuando parecía que el dinero se regalaba. Y analizando la historia vi que a comienzos del siglo XX se producía una situación similar, con la extracción del mineral de hierro y con la comercialización de productos para los países contendientes. Después, cuando profundicé más, observé que habíamos cambiado poco. Así que desarrollé toda la trama en ese contexto tan atractivo y excitante. En cuanto a la ambientación, he procurado crear un clima asociado al blanco y negro, a la fotografía, incluso al cine, a imágenes limpias que simbolizan las ideas y el comportamiento de la sociedad de aquellos años. Desde luego, no es una novela costumbrista típica, es una novela dura. El título, puede resultar más elocuente de lo que enigmático parece en principio… Es un juego. La novela trata sobre el mal en su sentido amplio, de la traición, de la cobardía, de la mezquindad de los seres humanos y, por derivada, de la ciudad. Y, además, había leído de universitario 'Las flores del mal', de Baudelaire, libro que me impresionó mucho. Así que quise relacionar una cosa y la otra. Por otra parte, tiene mucha fuerza expresiva, algo que es muy importante para un título. En la novela nos encontramos con tres mujeres, la mujer de Maldonado, Concha y Sara. Cada una representa un rol muy definido en la vida del protagonista y determina muchas de sus acciones, pero, la no aparición en escena salvo por referencias de la esposa legal ¿es intencionada? Creo que está presente, pero de una forma indirecta. La esposa es como una amenaza consante para su vida, para su tranquilidad. Y como tal amenaza, cuando menos se sepa de ella, e incluso cuanto menos aparezca, más amenaza es. Por cierto, creo que Maldonado es incapaz de amar, pero es una simple suposición. La conversación final con Kruger da a entender que la justicia y la legalidad no tenían demasiada relación en aquella época tampoco, de hecho, hay muchos paralelismos entre los males endémicos de la sociedad de aquella época y la actual ¿no hemos evolucionado nada? Muy poco. Es verdad que han transcurrido cien años, pero los comportamientos son muy similiares a nivel político, social e individual. Lo que ha cambiado es la tecnología que es mucho más potente, pero no los valores profundos. Menos aún en unos años de riqueza absoluta, con una guerra con millones de muertos de la que todo el que podía se aprovechaba. ¿Cómo se lanza un autor novel a escribir una primera novela con un escenario tan poco recurrente y un a trama que exige tanta documentación y conocimiento de la época? Por inconsciencia. Desde luego, no es recomendable comenzar a escribir por lo más difícil, pero fue así. Quería narrar una historia de manera tradicional, en un ambiente alejado de la actualidad, dando importancia a la evolución psciológica de los personajes y con un alto compomente de crítica social. Fue todo un reto que me ha llevado años y que espero haber acabado con éxito. ¿Habrá nuevas novelas con el mismo protagonista? No está previsto. A mí me apetece que, una vez finalizado el libro, los lectores se imaginen por su cuenta la evolución de Maldonado. Creo que es parte de la magia de la literatura, poder completar las historias narradas. Eso no quita que, dadas las ventas, mi editor me insinúe la oportunidad de continuar con el detective. Pero no lo creo. Al menos, de momento. Ha ganado premios y reconocimiento con esta novela ¿Qué le han aportado? Cuando estás comenzando necesitas todo tipo de apoyo porque eres muy frágil. No sabes la repercusión de la novela, el efecto en los lectores, cómo la recibirá la crítica, etc. Los premios sirven para mejorar algo tu estima y para llamar la atención de los lectores sobre esa obra. Poco más. Con respecto a vender libros, sabía que el apoyo que me dio Eduardo Mendoza con sus palabras sobre la novela era importante, que haría que mucha gente se fijase en ella, como así ha sido. Lo que no me esperaba era la rapidez de la segunda edición ni que se siguiese vendiendo muy bien varios meses después de su lanzamiento. Sobre todo, con la crisis económica y de la propia industria editorial.
* Entrevista publicada en ABC. Verónica Mellado.