Las empresas tecnológicas son los nuevos emperadores globales del Capitalismo del Siglo XXI, dominan el mundo, ponen y quitan gobiernos en muchos países, e influyen bastante en otros poderes que directamente no pueden eliminar. Su poder reside en su potencial económico, pero éste es logrado porque son abrazadas por cientos de millones de personas en todas las partes del globo, la juventud mundial, incluidos los españoles, les aman y reverencian, por lo que son utilizados como sus soldados en los campos de batalla.
Nunca antes tuvieron tanta simpatía popular las marcas punteras, nunca en otras épocas las grandes corporaciones fueron tan respetadas y queridas por los explotados, hace años que los poderosos y millonarios de cualquier tipo son adorados por las clases menos pudientes, sin comparación con épocas anteriores en las que podía encontrar algunos amantes, pero también una mayoría de detractores, indignados y denunciantes entre lo que hoy llaman el pueblo. Los cambios en las grandes compañías en el siglo XXI aúpan a las tecnológicas y desplazan a financieras, energéticas, automovilísticas… y aparece un nuevo aspecto preocupante con el que habrá que contar en este mundo que conforma la nueva normalidad; las antiguas corporaciones líderes, en ningún momento, en ningún país, suscitaron tantas simpatías de los explotados, al contrario, muchos luchaban contra ellas. La indignación juvenil de millones de personas,… se transmite e instrumentaliza envueltos con los productos y servicios que ofrecen, Microsoft, Google (Alfabet), Apple, Facebook, Amazon, Alibaba…, el cabreo y las protestas son dirigidas contra los políticos de turno, dejando al margen estas gigantescas corporaciones. Los políticos aguantan las embestidas, paran los golpes, pero en todo caso son figuras interpuestas, estén manejados o no por los poderes económicos. Solo de tarde en tarde las grandes tecnológicas aparecen en los medios por alguno de sus fraudes fiscales, su evasión fiscal es permanente, super escandalosa, pero no las penaliza, ningún partido o grupo propone luchar contra ellas, las declaraciones de las élites políticas son muy parcas al respecto, los intentos de regulación que anteriormente se exigían masivamente para financieras y energéticas, en estos nuevos sectores brillan por su ausencia. La gente, los trabajadores, las clases medias, el pueblo, parecen aceptar y adorar a estos modernos monstruos corporativos y los ha rodeado de un aurea de santidad. Esas grandes corporaciones no son neutrales, sus servicios e instrumentos utilizados profusamente por millones de indignados, les dan su poder, nadie controla, salvo ellos, pero su cara desaparece del primer plano, no se identifican diariamente en las teles para decir tal o cual cosa, simplemente sus servicios son utilizados por miles de millones de individuos –o al revés?- lo cual les reporta gigantescas cifras de negocio. El dinero de los beneficios entra en las cuentas de esas grandes corporaciones. Manejan gigantescas cifras de negocio por los que apenas pagan impuestos en la mayoría de países en los que son reverenciados por la juventud, que no se rebela contra ello, ese dinero evadido fiscalmente supondría eliminar de golpe deudas, recortes, pobreza… lo que haría desaparecer la indignación por la crisis. Las grandes tecnológicas han desplazado a las energéticas, financieras y automovilistas de los lugares de cabeza de las grandes corporaciones. El capitalismo del siglo XXI, además se mueve con mayor rapidez de un lugar a otro del planeta, llevando dinero de allá para acá y cambiando de dueño miles de empresas. Las grandes tecnológicas compran rápidamente todas aquellas empresas nuevas que despuntan –startups-, bien para incorporar sus descubrimientos o bien para esconderlos, tanto para competir como para evitar que compitan con ellas En estos momentos más que Google, Apple o Facebook, hay una empresa de la que los CEOs y los ejecutivos están hablando más. Amazon es la más mencionada en el último año, más que Facebook, Apple y Microsoft juntos. Anteriormente de 2008 a 2015, Microsoft, Google y Apple se cambiaron brevemente como la tecnológica más mencionada por sus ganancias.
No piensen en Amazón y las tecnológicas, solo como ordenadores, invaden todos los sectores como las tiendas de comestibles, de ropa, materiales de construcción, fabricación de automóviles, computación, transporte, logística, publicidad, inteligencia artificial, energéticas, controlan y están haciendo acopio de patentes e investigación de cualquier sector, para usarlas o para taparlas, en biotecnología, robótica, etc. etc. No es coherente estar indignadísimo y amar locamente estas corporaciones, dirigen gran parte de nuestras vidas y son causantes directas de precariedad laboral y paro, de concentración de riqueza y extensión de núcleos de pobreza, causantes de lo peor de la globalización.