Por Hogaradas
Tengo que volver a hablaros irremediablemente de la última moda, las reuniones entorno a un buen café, pertrechadas con la aguja de punto y la madeja de lana, o lo que es lo mismo, el “urban knitting”.
Ya os hablé en su día de esta nueva moda, llegada de Estados Unidos, y de su gran aceptación en Castilla y León, así que hoy retomamos el tema para seguir aportando información sobre estas “quedadas” que se difunden a través de los distintos blogs y redes sociales, y que hacen que sean cada vez más quienes se reúnan para hacer sus propias creaciones en lana.
Han creado una página en Facebook, en la que comparten patrones, intercambian ideas y organizan esos encuentros, algunas ya son íntimas, las más habituales, y otras están comenzando a integrarse en el grupo, pero todas ellas compartiendo su afición y pasión por la lana, una asociación de chicas que ya cuentan con su propio espacio en la red, “Lana Connection”, cuya cofundadora, Juana Morales explica que “cualquiera puede entrar y salir cuando le venga bien, y que tienen ya también alguna participación masculina”.
Tejer, compartir experiencias e intentar disfrazar la ciudad con punto de color, como cuando abrigaron la escultura de “La mujer del espejo”, de Botero, con la única intención de sacarle una sonrisa a los transeúntes, o cuando repartieron corazones de lana por San Valentín o repartieron pollitos hechos a mano entre todos los visitantes a “Arco”.
Una afición de bajo coste, con la que disfrutar de los momentos de ocio, olvidarse de las preocupaciones, relajarse, y además hacer sus propias prendas, para uso propio o para regalar.