Queda unas horas para que arranque Eurovision. Tras la victoria de Netta Barzilai y su canción "Toy" en 2018, le toca a Israel ser el país anfitrión.
En un principio, barajaron que la sede fuese Jerusalén. Pero como parte de la comunidad internacional se opuso, al final, se optó por que fuese Tel Aviv. Y ahí es donde se va a celebrar.
Para quien no lo conozca, Tel Aviv sorprende. No tiene nada que ver con Jerusalén, la otra gran urbe de Israel. Esta ciudad mediterránea es muy moderna, tanto por su apariencia (es Patrimonio de la Humanidad por sus edificios de estilo internacional) como por la actitud de sus habitantes.
Gran parte de ellos son gente joven que viene a estudiar y se queda trabajando en el "Silicon Wadi" israelí así que Tel Aviv se ha adaptado a ellos. Hay muchos restaurantes, zonas de ocio, mercados muy animados, viejos edificios reconvertidos en bares hipters y mucha vida. Una vida que también se extiende a la playa.
Y quienes quieran (más) historia, tienen Jaffa, una ciudad portuaria con monumentos acordes a su pasado y que hoy está anexionada a Tel Aviv formando de manera conjunta Tel Aviv - Yafo.
Y si queréis versión radiofónica, aquí el enlace a "El gallo que no cesa" (RNE).Historia de Tel Aviv y su Ciudad Blanca
Tel Aviv es una ciudad joven que se fundó a comienzos del siglo XX, en el año 1909.
Antes de empezar a construirla, se compraron los terrenos sobre los que se diseñaría una ciudad moderna, de amplias avenidas y con muchos espacios verdes.
A comienzos de los años 30 llegaron hasta aquí muchos arquitectos provenientes de una Europa que les expulsaba. Traían aprendizajes contemporáneos y la filosofía de la escuela Bauhaus. En un par de décadas (entre 1930 y 1948), los aplicaron.
En total, levantaron unos 4.000 edificios de estilo internacional. Blancos, de líneas rectas, altos. De esta manera, Tel-Aviv se convirtió en la ciudad con más construcciones de este tipo. Un logro reconocido la UNESCO que declaró a la Ciudad Blanca de Tel-Aviv Patrimonio de la Humanidad en 2003.
Aunque existe un museo, publicaciones y visitas guiadas para ver esta ciudad blanca, para verlos, solo hace falta caminar por lugares como el bulevard Rothschild o por las calles Kalisher, Mazeh o Shenkin, entre otras.
Con sus edificios blancos ya en pie, la historia de Tel Aviv sigue. Es aquí donde Ben Gurión declaró la independencia del estado de Israel el 14 de mayo de 1948. En ese mismo momento, el que fuera primer ministro de Israel convierte a Tel Aviv en la capital del país, aunque poco después la trasladó a Jerusalén.
Hoy en día, es la ciudad más moderna, animada y abierta de todo Israel.
Jaffa, de ciudad histórica a barrio de Tel Aviv
¿Todo es moderno en Tel Aviv? Sí y no. El municipio incluye Jaffa dentro de su territorio desde 1954. Esta antigua ciudad portuaria se asocia con varios episodios mitológicos y bíblicos. Para empezar, la leyenda cuenta que fue fundada después del diluvio universal por Jafet, uno de los hijos de Noé.
Eligió un buen lugar. Su enclave, en un alto junto al Mediterráneo, es estratégico. Y esto mismo debieron pensar todos los habitantes que han ido pasando por aquí desde que hace cerca de 10.000 años: cananeos, filisteos, egipcios, judíos, babilonios, árabes, cruzados, mamelucos, británicos...
Con semejante historia, existen muchos enclaves que merecen la pena, entre ellos, la iglesia de San Pedro, la torre del Reloj, los cañones con los que los otomanos se defendieron del asedio de Napoleón o el mismo puerto.
Hoy es un lugar bastante turístico, lleno de bares y restaurantes, sin embargo, si sus piedras hablasen podrían contar miles de historias acerca de los que se fueron y los que llegaron, entre ellos el profesta Jonás, antes de terminar en la panza de un cetáceo.
Además de monumentos e historia, Jaffa (o Yafo) se ha convertido en uno de los lugares de moda en Tel Aviv. Hay decenas de galerías de arte y los restaurantes aparecen por cualquier lado.
Una playa para observar y dejarse ser visto
Estamos en el Mediterráneo, así que uno de los grandes atractivos de Tel Aviv no podía ser otro que sus playas. Las disfrutamos los turistas, pero sobre todo, los locales. Cualquier día que vayas, hay decenas de personas tomando el sol, luciendo cuerpo o haciendo deporte: voleibol, surf, palas...
Los restaurantes con vistas al mar están por todas partes. Y para quien tenga ganas de fiesta, la música también tiene presencia. Y no es raro encontrarse con alguna fiesta multitudinaria.
Además, hay lugares curiosos: tumbonas enormes con la palabra Tel Aviv escrita sobre colores vivos, una caseta de vigilancia decorada (que por cierto, durante un corto periodo de tiempo fue un hotel) y hasta una estatua enorme de Ben Gurión haciendo el pino.
Paraíso gay en Oriente Próximo
Tel Aviv es un oasis para los derechos de la comunidad LGTBIQ en medio de Oriente Próximo. Israel está se encuentra rodeado por Líbano, Siria, Jordania, Palestina y Egipto y las personas homosexuales gozan de una libertad que no tienen en los países de alrededor.
Aunque también es cierto que el verdadero paraíso para ellos es Tel Aviv donde cada año, en junio, se celebra el desfile del orgullo gay más importante de la zona. Este año, el Tel Aviv Pride será la semana del 10 al 16 de junio.
Mercados de Tel Aviv
Uno de los grandes atractivos de Tel Aviv son sus mercados, sobre todo el famosísimo mercado del Carmel. Tiene un montón de tiendas y puestos de frutas, dulces, recuerdos, cremas, especias, etc. Recuerda a los zocos árabes.
Los martes y viernes, en las inmediaciones del mercado del Carmel, varios artesanos instalan sus puestos con figuritas, joyas, pinturas... Es el mercado de Nahalat Binyamin y también está siempre muy animado.
No son los únicos. Existen otros muchos mercados con estilos muy diferentes, pero donde es posible observar cómo es el día a día de esta ciudad, entre ellos el de Sarona o el mercadillo de Jaffa.