Me decía la Paqui ayer que si me había enterado de lo del juicio, ese de Huelva, el de aquella chiquilla que mataron y que tiene un padre tan bien hablado. Como no enterarse, si ha salido en todos los telediarios, de todas las cadenas. Ha tenido casi programación especial en los programas de tertulias.
Tele 5, con Ana Rosa Quintana a la cabeza, entrevista en un turbio montaje televisivo a Isabel García. La verdad que hacia tiempo que no veía tan mal gusto, tan poca falta de profesionalidad en esta cadena de televisión.
El caso de la pobre Mariluz me llego al corazón, una muerte trágica en un mundo tragico.Fallos judiciales, ríos de tinta, hasta la primera huelga de jueces que ha soportado este país, ha desencadenado este vil asesinato.
Pero quizás, me ha sorprendido mas, a veces creía que ya no me sorprende nada, todo lo ocurrido alrededor del cadáver de la pequeña.
Algún partido político buitreando alrededor del padre para presentarle a las elecciones, ¿se puede caer mas bajo? ¿Es que todo vale?
Jueces en corporación que pasan de puntillas de sus propias incompetencias, funcionarios que dicen que si al juez le imponen una multa, ¿Cómo al secretario judicial le suspenden de empleo y sueldo? Me recordaban a los niños que pillados con las manos en la masa dicen “seño yo no he sido”.
Forenses, expertos sicólogos certificando que los acusado son “normales”, a mi personalmente si ellos lo dicen será cierto, pero como que no se……
Pero faltaba la guinda, y debió ser la apuesta estratégica de Tele5, la entrevista con la esposa de Santiago del Valle. Ni la forma, ni su presentación, ni su fondo guardan las mínimas norma éticas, ni las estéticas tampoco.
De verdad, profesionales de la comunicación, ¿merece la pena? ¿Merece la pena por una mayor audiencia sacrificar todo, a nosotros mismos, nuestros principios?
Pobres estudiantes de las Ciencias de la Comunicación, Periodismo o como lo llamemos, para hacer esto, no es necesario una formación universitaria. Para hacer esto no es necesario ilusión. Para hacer esto no se necesitan prácticas. Si consideráis que vuestro futuro es este, cambiaros de facultad, quizás haya otras disciplinas que os ayuden más a abandonar lo más preciado, la decencia.