Revista Comunicación

Telebasura: ¿Qué fue de Santa Justa Klan?

Publicado el 11 agosto 2015 por Elaltramuz @ElAltramuz

¿Qué fue de Santa Justa Klan?

Telebasura: ¿Qué fue de Santa Justa Klan?
A decir verdad, ya os he mentido. El título no se corresponde con lo que quiero hablar hoy, y lo cierto es que me importa bastante poco lo que haya ocurrido, no sólo con el grupo, sino con el elenco que lo formaba.
Hace ya mucho tiempo que la televisión ha degenerado en un vertedero donde tiene cabida todo tipo de basura, incluyendo la moda de crear un producto audiovisual de éxito, y al llegar a determinada popularidad, aprovechar el tirón para utilizar aquello como escaparate de otros derivados que más adelante nos venderán, y que algunos ingenuos van a consumir.
Si ha habido una serie televisiva que ésto lo ha explotado de manera radical, ha sido Los Serrano. Aparentemente una comedia inocente con: Antonio Resines y Belén Rueda como núcleo central de la historia, y un Antonio Molero, Nuria González y Jesús Bonilla como hilos conductores, comenzaron a tejer el negocio desde dentro.
Si bien los hijos eran unos actores bastante desconocidos en general, todos pudimos observar la forma de promocionar los discos de Fran Perea durante las emisiones de los capítulos. Podríamos haber pensado que este chico era un músico jugando a ser actor, más tarde, un actor jugando a ser músico, y poco después te dabas cuenta que la realidad era otra, y que no era ninguna de esas dos. Todos tenemos sueños, pero quizá su rol en esta vida es muy diferente.
Pero es un caso aislado, no pasa nada, se lo vamos a consentir. Bueno, no.
El tirón de la música estaba teniendo mucho éxito entre la juventud, (yo tenía un disco de Fran Perea), pero ni por esas conseguía ligar, siempre he sido muy blanco de piel en un mundo de morenos.
La trama de Fran Perea y Verónica Sánchez ya empezaba a flojear; ya les habíamos visto magrearse en demasiadas ocasiones. Pero poco a poco los pequeños de la casa iban creciendo, y con ello iban captando más protagonismo. Otro error.
Aquellos adolescentes, que eran un aborto de vaquillas del barrio, llegaron pisando fuerte. El cabecilla era Guille, un pobre pringado que quisieron convertir en un personaje a lo James Dean en Rebelde sin causa, y con unos amigos que lo seguían en todas sus "locuras" de niño malo mientras también se creaba una nueva trama de salseo entre los dos hermanastros pequeños. ¡Originalidad al poder!
Pero había filón, y mucho.
EMI, la discográfica que apadrinó a grupos como: Iron Maiden, Pink Floyd o Queen por poner algunos ejemplos, se fijó en estos chavales y por lo que parece, vislumbró potencial. Espero que aquel o aquella cazatalentos esté alquilando hamacas en la playa. Habría ahorrado muchos traumas a aquella generación de adolescentes.
Y llegó Santa Justa Klan (SJK).
Estamos acostumbrados a hits del verano. Algunos de los más horteras los hemos sufrido también durante la década de los 90´s y algunos de principios del 2000. Me vienen a la mente así a bote pronto canciones como: "Bésame en la boca" de Lorca, "El camaleón" de King África, "Aserejé" de Las Ketchup, o aquel intento en vano de unos padres que quisieron vivir de su hijo antes de tiempo, y le dejaron comercializar el disco de "Raulito". Esto último es algo turbio, pero muchos sabéis a qué me refiero.
SJK había aterrizado de la mano de el tema en el que se centraba el éxito: "A toda mecha".
Si analizamos algunos matices de la canción, nos daremos cuenta de que contábamos con unos visionarios de la palabra, haciendo que con sus canciones pudiéramos viajar a mundos extraordinarios, y disfrutar de una fusión musical, y una letra digna del mejor de los dramaturgos griegos.
"A toda mecha, a toda-toda mecha, tú no te hagas la estrecha".
Este breve fragmento denota la brillantez y el tiempo empleado en toda esta sublime estructura poética. Entiendo que no lo han escrito ellos, pero en ocasiones me pregunto si en realidad lo han hecho. Pero vamos con otra parte.

"Soy el castigado de la lista, haciendo surf, pero sin olas".
Tiembla Góngora.
Toda esta caspa creció más de lo esperado, aunque con ayuda de una publicidad a la altura que merecía. Muchos artistas con mérito no pasan de tocar en oscuras salas de jazz en las zonas céntricas de la ciudad, sitios que en mi opinión tienen mucho encanto, pero creo que entendéis a qué me refiero.
Llenaron salas, y estadios. Los fans se aprendieron sus letras, e incluso se llegó a publicar su revista oficial llamada: Revista SJK, que Panini publicaba mensualmente.
En ocasiones me gustaría pensar que Resines al despertar, también nos sacara a todos de Matrix, y hacernos ver que en realidad nosotros también estábamos sufriendo una horrible pesadilla. Todo habría quedado en un sueño, una horrible experiencia que con el tiempo olvidaríamos. Pero ésto fue real. ¿Por qué diablos no cogimos la pastilla azul?Propiedad de ElAltramuz.com

Volver a la Portada de Logo Paperblog