Teléfonos móviles y salud

El uso de teléfonos móviles es ya muy común. Pero, ¿sabemos cómo repercute su utilización sobre nuestra salud y, en especial, la de los más pequeños? Para descubrirlo, el Dr. Rafael Ruiz Cruces, médico especialista en Radiodiagnóstico y Profesor Titular de Radiología y Medicina Física en la Facultad de Medicina de Málaga, lo analiza en este artículo.

Todos sabemos que se ha universalizado el uso de los teléfonos móviles en nuestras vidas. En la actualidad se calcula que existen más de 6 billones de teléfonos móviles en uso en el mundo.

El principal efecto conocido en el cuerpo humano es el calentamiento de los tejidos. Por ello, notamos que se nos calienta la ojera cuando usamos el móvil un tiempo considerable. Esto es lo que se conoce como “efectos térmicos” y se mide por una magnitud llamada SAR (tasa de dosis específica) cuyo valor máximo permitido es 2 W/Kg de peso.

Primera recomendación, al comprarse un teléfono hay que mirar en su manual o en su página web que SAR se especifica. Cuanto más bajo sea, menos riesgo existe.

Existen múltiples estudios que han investigado los efectos de estos campos de radiofrecuencia en la actividad eléctrica cerebral, el sueño, la función cognitiva, el ritmo cardíaco y la presión arterial en voluntarios. Además, algún juez ha dictado sentencia, en algún caso, a favor de personas que son “hipersensibles” a los campos electromagnéticos (Dolor de cabeza, insomnio, ansiedad, fatiga crónica). Ya hay un caso de jubilación por esta patología.

Pero lo más importante actualmente es subrayar que la International Agency for Research on Cancer ha catalogado a los campos electromagnéticos emitidos por la telefonía móvil, como “posiblemente” cancerígenos para los seres humanos (Grupo 2B), sobre la base de un riesgo incrementado de gliomas. Esto son los llamados “efectos subtérmicos”. Recomiendo que se lean los estudios de Hardell y colaboradores, 2007; Sadetzki y colaboradores, 2008 y Khurana y colaboradores, 2009.

El principal mensaje que podemos concluir es que un teléfono móvil usado durante más de diez años, 30 minutos al día (el llamado usuario medio de telefonía móvil) duplica el riesgo de Glioma (tumor cerebral maligno) y del neurinoma acústico (tumor benigno pero que te deja sordo), de forma IPSILATERAL, es decir, en el lado que se usa el teléfono, los diestros en el oído derecho y los zurdos en el izquierdo.

Hace años decíamos que no había evidencia científica para pensar que el uso de los campos electromagnéticos eran perjudiciales para la salud, incluso hoy en día hay investigadores que opinan que es así.

Cuando existe disparidad de criterios debemos utilizar el llamado “criterio de precaución”. Debemos prevenir los probables efectos adversos aplicando criterios de prevención con vistas a reducir la dosis de radiación como consecuencia del uso de los teléfonos móviles.

Teléfonos móviles y menores

Un dato más que nos debería hacer pensar es que España es uno de los pocos países que no tiene legislación sobre el uso restringido de los móviles en niños, donde el riesgo es mucho mayor. Francia legisló el no uso de teléfonos móviles en niños hasta cumplir 10 años en 2009.