Revista Política

TeleSur Tv: Una alternativa real para el patio trasero de EEUU

Publicado el 27 febrero 2010 por Basseta
(Otra colaboración de José Vicente Bernabeu Pardo)
Desde el Gobierno Central se nos ha presentado la llegada de la TDT como una oportunidad para aumentar la diversidad y la variedad de canales y contenidos dentro del espectro televisivo, y razón no les falta. A poco más de un mes del apagón analógico total, previsto para 2010, muchos usuarios aun nos encontramos algo desorientados frente a la llegada de la alta definición a los televisores de nuestros hogares. Y lo que en un principio pudimos tomar muchos como un soplo de esperanza, se ha acabado convirtiendo en la confirmación de lo que desde algunos sectores críticos ya se auguraba: que la implantación de la TDT no constituye sino, en muchos aspectos, un paso más en el proceso de concentración de la información y de los canales de televisión.
A poco que nos informemos, nos damos cuenta de que la mayor parte de licencias que el gobierno de Camps ha concedido en el ámbito del País Valenciano y de nuestra comarca, L'Alcoià, van destinadas a canales de televisión de tendencia conservadora, que se suman a varias de las “antenas” de las cadenas de televisión privadas de tipo generalista que, básicamente y por el momento, no ofrecen más que refritos y fórmulas televisivas de entretenimiento. ¿Dónde queda, pues, el espacio plural y de diversidad que con tanto ahínco se pregonaba? ¿Vamos a tener más de lo mismo, pero elevado al cuadrado? Y no se trata ya de que los canales sean de tendencia conservadora o progresista, se trata de algo más. Hoy en día, cualquier medio de comunicación, ya sea un canal de televisión o un periódico, pertenece a un Grupo de Comunicación, una gran empresa que invierte en producción de calzado, en bancos o en industria agropecuaria... El medio de comunicación es, simplemente, algo más, un medio más para obtener beneficios. Ante esto, prácticamente da lo mismo ver el informativo de Cuatro o de Antena 3, porque, al fin y al cabo, los contenidos que difunden siempre estarán marcados por los intereses por los que se rija el grupo de comunicación al que pertenezcan.
Sin embargo, aun quedan razones para mantener una actitud positiva, alternativas que invitan a mirar hacia otro lado y a adoptar una postura crítica ante toda aquella información que, desde todos los rincones, se nos bombardea. Es el caso de TeleSur TV, un canal de televisión que nació auspiciado por varios gobiernos de América Latina y que cuenta con colaboraciones como la de Ignacio Ramonet (Le Monde Diplomatique) o Richard Stallman, uno de los impulsores del movimiento del software libre. Se trata de un canal de televisión que fue creado como una alternativa al imperio colonizador que los Estados Unidos tiene desplegado en su patio trasero, América Latina. TeleSur trata de “contribuir con el proceso de integración del os pueblos latinoamericanos, basándose en la presentación de información contextualizada y balanceada” para “ayudar a formar ciudadanos críticos, informados y participativos dentro de la sociedad, con una programación rica en contenido informativo, a través de noticieros, documentales, programas de opinión y análisis, que son producidos en países de latinoamérica”.
El canal tuvo muy mala acogida por parte de los Estados Unidos, cuyo gobierno lo percibió como una herramienta más de propaganda de Hugo Chávez. Sin embargo, cada día está más confirmada su tarea formativa e informativa, que invita a la reflexión. Y es que, tal y como denunciaba hace unos días en Valencia el periodista Pascual Serrano, uno de los principales problemas de los medios de comunicación de hoy en día es que tratan de explicar la realidad “en 20 segundos” y eso es imposible. TeleSur contextualiza sus informaciones, para que los ciudadanos no se queden sólo con los hechos y puedan entender la causa de los mismos y deducir por sí mismos posibles consecuencias. Para ello, la empresa multiestatal ofrece noticiarios, documentales culturales y reportajes que hablan de los pueblos de latinoamérica, de la situación real de América Latina y programas como Contravía, que trata sobre los hechos que sufrieron los distintos países de Latinoamérica y que se quieren ocultar.
Cabe remarcar que este canal no se presenta como imparcial u objetivo, pero es que hay que tener en cuenta que ningún medio lo es. Ya sea por manipular hechos o datos o por, simplemente, ocultarlos, ningún medio es imparcial. Así que, dentro de la Imparcialidad reinante, no está de más congratularse por la existencia de canales como TeleSur, que ofrecen algo diferente al espectro neoliberal que el resto de canales presenta, ya sean de tendencia progresista o conservadora.

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