Esta es la realidad del teletrabajo por cuenta ajena. El empleado que trabaja desde casa puede ser más productivo, rendir más, ausentarse menos, enfermar menos, ahorrarle costes a la empresa, etc. Y sin embargo, esto no es suficiente para ser promocionado, sólo porque no se te ve la cara por la oficina.
Con el teletrabajo no se te ve "haciendo horas"
Un estudio de los investigadores Kimberly Elsbach (Universidad de California) y Daniel Cable (London Business School) explica porqué enseñar tu cara en el trabajo puede ser tan importante. El estudio se basa en experimentos y entrevistas con todos los roles que pueden existir dentro de la empresa, y la verdad es que de él se desprenden análisis muy curiosos.
Por ejemplo, los directivos de las empresas y los compañeros se acuerdan mejor de las personas que llegan antes o se van más tarde. De esta forma, evalúan el desempeño del trabajo según el tiempo que se pasa en la oficina. Te puedes imaginar lo que esto significa para un empleado con teletrabajo.
En definitiva, puedes quedarte en la oficina actualizando el Facebook cuando se vaya el jefe para que te vea ahí sentado, y seguramente se acuerde de ti cuando piense en promocionar a alguien. Sin embargo, el teletrabajador que terminó su tarea antes de tiempo, puede que su jefe no sepa ni como se llama.
¿Puede ser esta la antítesis del reconocimiento a la productividad? ¿Premiar el "presentismo" frente al rendimiento?
¿Qué futuro le espera a la empresa que premia este comportamiento?
En mi caso, desde que teletrabajo por cuenta ajena hace ya unos 4 años, rindo más pero no he tenido ningún aumento. Y sin embargo no sé que llegará antes: el aumento o el autoempleo :-).
Gracias a Alfredo Vela por esta infografía
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