Revista Cultura y Ocio

Tell Me Why: ese montón de espejos rotos

Publicado el 22 junio 2021 por Carlos Huerga @carloshuerga

Tell Me Why: ese montón de espejos rotos

¿Cómo nos relacionamos con nuestro pasado? ¿Qué tipo de narrativa nos construimos para rememorar un hecho traumático de la infancia? ¿Cómo nos afecta y cómo nos modifica a lo largo de nuestra vida?

Tell Me Why parte de una escena traumática que dejará marcados a los protagonistas, poniéndonos en la piel de los gemelos Tyler y Alison para enfrentarlos a sus propios fantasmas y buscar respuestas diez años después a un hecho trágico en el que su madre murió siendo ellos unos niños. Al ser una aventura narrativa, se prioriza la narración sobre la acción, destacando la capacidad de explorar escenarios y la toma de decisiones que afectarán a los acontecimientos, pero pocos juegos se sumergen en una historia tan emotiva y una ambientación tan intimista, sin resultar cursi ni sensiblera. Ya vimos de lo que Dontnod son capaces de hacer con Life is Strange 2, seguramente su historia más madura, donde se combinan a la perfección una lectura intimista con una lectura política. Tell Me Why también habla del dolor ante la muerte, de la relación entre hermanos, e incluso contiene un compromiso con temáticas LGTBQ+, pero se centra mucho más en el aspecto emocional. Es un juego más pequeño, más directo.

Lo que hace de Tell Me Why una experiencia especial es el hecho de tratar algunas temáticas poco desarrolladas en los videojuegos y solo por ello, ya lo hacen interesante. Me refiero a la transición de género de Tyler, que, sin ser lo principal, es importante para comprender parte de su historia, de su relación con su madre, de sus dudas e incertidumbres que han ido perdurando a lo largo del tiempo. Al principio, y esto me parece un acierto en su propuesta, no sabemos muy bien hacia dónde irá avanzando la trama. El hecho de que Tyler antes fuera percibido como niña y ahora esté inmerso en un proceso de transición, le lleva a mostrarse irascible e incluso su hermana le espeta que no esté tan a la defensiva. No creo que sea fácil volver a su pueblo natal convertido en otra persona (no solo por su cambio de sexo), cuando ha estado ausente muchos años debido a una situación trágica que le ha convertido en huérfana, además de vivir separada de la persona que más quiere y con la que mejor se entiende. El regreso de Tyler, es un cambio significativo porque supone el desencadenante para rebelarse y revelar lo que la realidad no quiere mostrar.

En esto sentido, Tyler encuentra a su hermana Alyson a esa persona que no solo lo escucha, sino que lo comprende y lo respeta. El hecho de que sea trans nos sugiere que no todo es lo que parece, algo recurrente en el juego. Como capas que se superponen para dar forma a una realidad compleja. Cuando buscamos pistas e información sobre Marie-Ann, la madre de Alison y Tyler, para ir recomponiendo el puzle de lo que realmente sucedió aquella fatídica noche, iremos comprobando que cada personaje esconde algo. Delos Crossing (ficticio pueblo de Alaska donde transcurre la trama) tiene una atmósfera lynchiana, con un aroma melancólico y tranquilo, que esconde una realidad más turbia, un poco al estilo de Twin Peaks o el comienzo de Terciopelo Azul.

En diez años los gemelos Ronan se han hecho adultos, incluso la niña Ollie es ahora un chico atractivo llamado Tyler. Por fuera, han cambiado muchas cosas, pero de alguna manera, es como si el tiempo no hubiera transcurrido en la vida interior de ambos. Por ello, perduran preguntas en el aire y emociones soterradas que empiezan a removerse después de volverse a ver. Tyler recuerda a la gente con la que tenía contacto cuando era niña, pero después de tanto tiempo, ya nada es lo que era. Su irrupción en Delos Crossing sirve para desmoronar el castillo de naipes de la normalidad. Remover el pasado implica muchas veces dolor, culpabilidad, y por ello se necesita mucha fuerza de voluntad y valentía. 

Como ocurre con algunas series clásicas de HBO (A dos metros bajo tierra, Olive Kitteridge), el tono de Tell Me Why es lento. Busca momentos intensos y muestra detalles que finalmente se acumulan para acabar explotando. Pero de lo que realmente habla Tell Me Why es de la (in)capacidad de reconstruir recuerdos, la (in)evitabilidad del paso del tiempo y cómo nos condiciona en la medida en que somos también memoria. Los hermanos Ronan indagan en el pasado, vuelven una y otra vez a aquella fatídica noche en que todo cambió. Quieren saber la verdad de lo ocurrido, pero, ¿qué es la verdad? ¿Acaso hay una única verdad para todos?

Decía Borges en su poema “Cambridge” que “Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos” y algo así sucede en las cabezas de Alison y Tyler. La memoria puede ser un infierno, más todavía cuando se está solo o sola y no se es capaz de encontrar respuestas. Las trampas de la memoria pueden llevarnos a una misma escena una y otra vez, revivirla hasta la extenuación. Pero también puede ofrecernos una imagen distorsionada de lo ocurrido, de nosotros mismos. Si nos detenemos mínimamente en los versos de Borges, me parece que sirven para entender un poco mejor la historia de Tell Me Why, ya que el pasado se convierte en escenas que se asemejan a un museo, pues, el tiempo se nos escapa; podemos regresar a esas escenas una y otra vez para intentar comprender lo que realmente sucedió, pero no podremos cambiar los hechos. 

Tell Me Why: ese montón de espejos rotos

En Tell Me Why, ambos protagonistas se comunican por telepatía, además de ser capaces de visualizar escenas del pasado y reconstruirlas. Esas imágenes de niñas junto a su madre, nos permite a los jugadores acercarnos a lo ocurrido, más bien, a lo que ellos creen que ocurrió. Son escenas fantasmales, casi parecieran fragmentos de un museo de cera. Continuamente, se pone en entredicho si lo que vemos sucedió realmente. Los “espejos rotos” a los que alude Borges sirven para simbolizar lo vivido por Tyler y Alison . Dice también el autor argentino en ese bello poema: “Como en los sueños / detrás de las altas puertas no hay nada / ni siquiera el vacío”. Durante las ocho o diez horas del juego, intentaremos atravesar puertas, investigaremos en cuartos, estancias, buscaremos pistas en libros, interrogaremos a personas del círculo cercano a ellos y hasta rememoraremos escenas del pasado para encontrar pruebas que den sentido a lo ocurrido. Pero como en un sueño, el recuerdo se mezcla con la emoción. El recuerdo nunca puede ser tal y como ocurrió, y por tanto, el sueño tampoco. El tiempo se nos escapa, la memoria siempre es insuficiente, es una reconstrucción quebrada, un intento de dar forma al vacío. Si hay dos personas que recuerdan una misma experiencia, tampoco pueden obtener exactamente las mismas imágenes, las mismas verdades, ni siquiera aunque sean gemelos y estén fuertemente unidos. Por ello, tras el reencuentro, Alison y Tyler deciden enfrentarse a sus fantasmas, a esos espejos rotos que no les permiten saber lo que ocurrió verdaderamente, tal vez porque la verdad no existe, o en todo caso, existe una verdad por cada persona. Ellos quieren avanzar, deben vencer su culpabilidad, su miedo, su incertidumbre. Para lograrlo, deben volver al pasado, combinar sus fuerzas, enfrentarse al vacío. Y obtener una verdad, su verdad.

Uno de los puntos fuertes de la historia y que poco a poco va cobrando más peso es Mary-Ann, la madre excéntrica de Tyler y Alison, una mujer incomprendida por todos. Nada es lo que parece en Delos Crossing. Mary-Ann es un personaje lynchiano, de esos que tienen morbo, al arrastrar un pasado oscuro y desconocido. Ella llega a una tierra nueva para rehacer su vida, para reinventarse. A ojos de los demás, Mary-Ann es inestable y problemática, pues se sale de la normalidad. Al principio -supongo que esto le ocurre a la mayoría-, Mary-Ann me caía antipática, pero después de ir descubriendo evidencias sobre su pasado fui cambiando de opinión, debido a que al final se trata de un ser frágil, que ha sufrido reveses familiares y sentimentales y arrastra el lastre del pasado. Al final, sus propios hijos se dan cuenta de que no la conocían, y ahora, todo cambia, la narración del pasado, su relación con ella, incluso la verdad de lo que ocurrió aquella noche. Dontnod logra que veamos y sintamos junto a Tyler y Alison pero que no juzguemos. Y aciertan.

Probablemente, Tell Me Why es uno de los juegos más intensos a los que he jugado. La historia va cobrando interés y el itinerario que seguiremos encarnando a los hermanos Ronan nos llevará por caminos poco transitados para la mayoría. Tal vez por ello, no es un juego para todos los públicos. Pero es un juego necesario por cuanto tiene de valor de la vida, como un ejemplo de resiliencia, de capacidad para superar una experiencia traumática y seguir hacia delante. También es un ejemplo de cómo la realidad no suele tener una sola verdad. Quien juegue a Tell Me Why, tendrá una experiencia única que no olvidará.

(Artículo publicado originariamente en Nivel oculto en mayo de 2021).


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