Una nueva etapa puede empezar en cualquier momento. El curso académico comienza en días distintos en diferentes países y centros (https://en.wikipedia.org/wiki/Academic_term). Hasta hace poco se decía eso de : “En agosto, frío al rostro” aunque creemos que se refiere a la segunda quincena porque, en cambio, los primeros días de agosto siempre han sido los más calurosos culminando con el día 10, San Lorenzo, patrono de parrillas y sartenes (y de Huesca). Pero hacia el 15, en las latitudes más septentrionales ( y en Burgos) efectivamente un cierto fresquillo invita al jersey y la colcha por las noches. En muchos “college” , las universidades para pregrados en los Estados Unidos, la tercera semana de agosto ya muestra movimiento.
Es a quienes ya hayan concluido sus vacaciones y vivan en países frescos, o disfruten del invierno en el hemisferio sur, a quienes nos dirigimos. Porque los que están ahora en Salou, en Ibiza o en Marbella, poco tiempo van a dedicar a los blogs profesionales. A menos que las noticias les asalten con inquietudes. Por ejemplo, esta semana hemos visto muertes de niños en accidentes (Cerezal de Aliste, Zamora) o degollados por su padre (Moraña, Pontevedra) muestra de dos de las principales causas de muerte infantil en nuestra sociedad donde las enfermedades comunes mantienen un bajísimo saldo de mortalidad. Ya lo dijimos en otra ocasión: los niños no se mueren, los matan (o se matan).
Lo que resulta evidente es que esas causas de muerte infantil son decididamente de origen social. No son infecciones ni neoplasias, ni enfermedades degenerativas o malformaciones. Y es en el ámbito de la Pediatría social donde han de hallarse las respuestas.
Los accidentes son eso, accidentales. Pero caben medidas preventivas. Sin conocer detalles del luctuoso suceso de Cerezal de Aliste nos cabe la sospecha de que fuese posible que las medidas de seguridad de los menores no fuesen las adecuadas, a la vista de que del tremendo choque sobrevivieron los dos ocupantes del vehículo más mayores que ocupaban los asientos delanteros. Además de que por la hora del accidente y el lugar y origen de los viajeros se pueden suponer largas horas de conducción, desde Francia a Portugal.
Que la perversidad de un padre le lleve a acabar con la vida de sus hijos en el curso de un proceso de separación matrimonial, es otro episodio de violencia doméstica en su grado más extremo. Mal camino lleva la prevención de la violencia machista en esta parte del mundo, donde las causas son varias sin excluir un substrato cultural más o menos ancestral. Los agentes y profesionales dedicados a la atención social se ven normalmente sobrepasados por este tipo de acontecimientos. Es la sociedad en su conjunto la que debe plantearse la vigilancia y el manejo de las situaciones así como mantener un elevado grado de alerta en las situaciones de conflictividad doméstica. No va a bastar con llamadas al teléfono 016.
Temas viejos que se hacen nuevos por los acontecimientos de cada día.
X. Allué (Editor)
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