Ruinas en Kom Ombo
El barco llega hasta casi la puerta del Templo greco romano de Horus y Sobek que está sobre un recodo del río Nilo.Comparativamente a otros templos, queda menos para apreciar, pero aún así permite captar lo que fue alguna vez la vida religiosa de la población.
Se destaca por sus magníficas columnas y los sobre relieves en los que se observan los cuidados detalles del cuerpo humano. Los dibujos en las paredes nos muestran una colección de instrumentos quirúrgicos, que indican lo avanzada que estaba la medicina en el antiguo Egipto.
También se tiene en las paredes un calendario con las crecidas del Nilo.
Es doble templo dedicado a los dioses: Horus, el halcón y Sobek, el cocodrilo. Por esa razón todo está duplicado.
En algunas salas las figuras esculpidas en las paredes sufrieron daños intencionales para borrar o desfigurar los rostros de las personas. Además, pagando otra entrada aparte, se accede a un museo del cocodrilo, donde hay momias de los mismos
Cerca del templo hay vendedores con sus tiendas, ellos invitan a visitarlos. Como estábamos buscando unas chilabas, son unas túnicas, aceptamos la invitación y luego nos arrepentimos. Los vendedores son muy pesados, lo que podría ser un agradable paseo de compras, pasa a ser un momento estresante donde uno se siente presionado a comprar. Para poder salir con cierta paz, compré una camisa de algodón y del apuro, no me di cuenta que el tamaño era pequeño. En fin...
Pero lo positivo de la visita supera este tipo de incidente, común en todos los lugares donde hay turistas. Es cuestión de estar prevenidos y no facilitar.