El temporal de frío polar y las fuertes nevadas que están afectando a Estados Unidos han dejado una espectacular imagen. Se trata de las cataratas del Niágara congeladas, una imagen poco habitual para los turistas que estos días las visitan.
El famoso salto de agua ha quedado rodeado de hielo y parte de su superficie se ha congelado debido a las bajas temperaturas, dejando tan solo una zona de agua líquida en el lugar donde cada verano pueden caer hasta 2.500 metros cúbicos por segundo.
En la parte interior de la cascada, el agua continúa en estado líquido, por lo que se puede ver cómo va quedando congelada al caer.