Revista Medio Ambiente
Durante las últimas semanas estamos sufriendo los efectos de una serie de temporales con una frecuencia y virulencia a la que no estábamos acostumbrados. Los efectos de estos temporales han sido especialmente destructivos en la costa, donde el pasado fin de semana coincidieron con mareas vivas, causando importantes destrozos en la mayoría de las localidades costeras del norte de la Península.
En la animación anterior se puede observar con claridad la sucesión de borrascas y ciclogénesis explosivas que han ido llegando sucesivamente a la península desde el mes de diciembre hasta ahora. Tal como comenta Jorge Valella en su magnífico blog Isocero, hay muchos factores que pueden influir en esta sucesión de ciclogénesis explosivas, entre ellos la diferencia de temperaturas entre la corriente del Labrador (4º más frías de lo habitual) y las de la corriente del golfo (entre 3 y 4º más cálidas de lo habitual).
Además de estos temporales en la mar, este inicio de año está siendo extremadamente lluvioso, sobre todo en Galicia, donde no ha parado de llover en todo el mes de enero, registrándose en Santiago 453 litros por metro cuadrado, habiendo llovido 30 de los 31 días del mes. Esta situación es muy parecida a la del año pasado, cuando en Asturies durante los cuatro primeros meses del año llovió el doble de la media registrada durante el periodo entre 1974 y 2012,
Curiosamente, tras un principio de año muy lluvioso, siguió un verano muy seco y muy cálido, en el que las precipitaciones fueron la mitad de las registradas entre 1970 y 2000 en esa estación.
El aumento de la frecuencia de los fenómenos extremos, como las profundas borrascas, huracanes o precipitaciones extremas, así como el aumento de la brecha entre una estación muy lluviosa seguida de una muy seca, eran algunas de las predicciones expuestas en el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) y cuyos informes están líbremente accesibles en su página web.
Curiosamente, y a pesar de que las evidencias y los datos acerca del cambio climático son inapelables, así como la relación existente entre ese cambio climático y las emisiones de CO2, aún hay muchos sectores de nuestra sociedad que se niegan a admitirlo y que se limitan a decir que esas variaciones han ocurrido siempre y que son algo natural. Estas corrientes de opinión están muy influenciadas por poderosos grupos de presión en los que no faltan grandes magnates de la industria y políticos afines que reciben sueldos desorbitados por pertenecer a sus consejos de administración (os recomiendo leer este post que publiqué hace un par de años sobre los negacionistas y los magnates del petróleo porque es muy clarificador).
Llevamos muchos años jugando a la ruleta rusa, pero como ocurría en la película El Cazador, el que juega mucho acaba pegándose un tiro en la sien.
NOTA: ya sabéis muchos que este blog se presenta a los premios 20 Blogs y aunque el primer puesto es prácticamente inalcanzable, hay una dura batalla en los siguientes, así que si queréis votar solo tenéis que seguir las instrucciones que aparecen en este link. GRACIAS