David Szanto
En la sociedad actual tendemos a convertir los días en auténticas maratones de tareas intentando exprimir al máximo esas 24 horas que tenemos por delante. Siempre con prisas, arañando minutos al reloj para hacer infinidad de tareas y quitándolo de otras que son totalmente imprescindibles pero el simple hecho de hacerlas a diario las convierte en menos importantes. Una de estas cosas es comer.Comemos mal, con muchas prisas, a deshoras, sin dedicarle el tiempo que se merece y sin importarnos lo más mínimo de que está compuesta la comida que ingerimos a diario. Vamos, un bocao´ mal dado.
El movimiento slow food se contrapone a todo esto y le declara la guerra al fast food y a todo lo que representa : comida de pésima calidad, artificial, baja en nutrientes y alta en colesterol, azúcares y grasas, en definitiva, poco recomendable.
Lo que pretende esta tendencia, ahora en alza pero que nació en Italia hace más de veinte años, es volver a la comida tradicional típica de países mediterráneos, donde los productos de temporada son los protagonistas y dan lugar a recetas sanas y ricas en nutrientes, además de dedicarle el tiempo necesario a la comida, masticando lentamente cada bocado facilitando con ello una buena digestión. Si esto lo aplicásemos en nuestro día a día ganaríamos tanto en salud física como en mental. En su manifiesto os lo explican muy bien. Esto no quita para que de vez en cuando nos permitamos un desliz gastronómico que para que negarlo, vienen muy bien.
fontechiara.com
Entiendo que si trabajas en una oficina - mi caso concreto y seguro que el de muchos de vosotros - o no tienes tiempo de pasar por casa a comer, disfrutar del entorno y del tupper que tienes delante puede ser una tarea bastante complicada. Lo más fácil es llevarnos comida precocinada que para un apuro o un capricho no viene nada mal pero a la larga, hará que nuestra salud se resienta y estemos faltos de energía. Comer de tupper no tiene que significar necesariamente comer mal. Podemos preparar la comida el fin de semana o una tarde entre semana que dispongamos de algo de tiempo. Verdura cocida o en ensalada, tortilla a la francesa, ternera con pimientos y salsa de soja, mi ya archiconocida por vosotros ensalada de alubias, pasta con salsa de tomate natural... hay muchas opciones para comer sano en el trabajo, sólo necesitamos ponerle interés y algo de nuestro tiempo que os aseguro, será el mejor invertido.Si os interesa puedo ir poniendo de vez en cuando alguna receta de las que yo preparo. No son complicadas de hacer y además suelen ser ligeras que luego trabajar por la tarde con el estomago a reventar no es muy recomendable.
¿Sabíais de la existencia del movimiento slow food o es algo que aplicáis desde siempre y para vosotros no es nuevo? ¿Os resulta complicado el comer sano fuera de casa?
Por último, recordaros que he preparado un sorteo para celebrar el primer aniversario del blog. Tenéis toda la información aquí.