1. El mimbre en todas sus modalidades. En sillas, mesas, espejos, accesorios... Normalmente al natural pero no es de extrañar verlo en color mint, que sigue siendo tendencia. Combinado con acero en las patas o todo del mismo material. Se recuperan las técnicas de los años 50 y 60 para volver a dar calidez al hogar.
2. Los colores pasteles super dulces y femeninos. Rosas, grises, amarillos, azules verdosos visten las paredes, cubren muebles e incluso dan notas de color en complementos.
3. El cobre. Aunque nos cueste introducirlo, viene desde hace unos años para quedarse en ambientes relajados con madera y piezas geométricas.
4. La madera como recién cortada del árbol dando un aire rústico y acogedor a los hogares.
5. Lo étnico procedente de culturas lejanas y exóticas. Color por todos los costados en tonos tierra, naranjas, rojos y granates que combinan muy bien con el mimbre y los tejidos naturales.
6. El punto como el de los jerseyes que nos tejían nuestras abuelas. Ahora lo vemos en todas partes, puff, mantas, cojines…y en tonos neutros y tierra. Es genial no perder las tradiciones.
7. Los estampados geométricos más elegantes que nunca con triángulos y rombos que se entrecruzan buscando la simetría.
8. Bombillas a la vista colgadas de su propio cable, en lámparas de mimbre, de tela… La bombilla cobra protagonismo.
Y esto es un pequeño aperitivo de lo que disfrutaremos durante la temporada. ¿Que os parece?
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