Tendencias editoriales 2014 – 2015

Un análisis de la industria editorial en todo el mundo pone de relieve enseguida algunas de las tendencias y cambios que se están produciendo en el sector durante este año 2014 y que continuarán previsiblemente en 2015 y el futuro inmediato. Muchas de las transformaciones se deben a la búsqueda de un modelo de negocio que sea rentable en un entorno en el que la piratería y los nuevos hábitos de lectura han irrumpido con fuerza.
Los cambios están afectando a toda la cadena, desde los escritores, pasando por los editores y agentes literarios, hasta los distribuidores, librerías y críticos literarios. No sólo la distribución, la edición y la creación están afectadas, también la difusión, la promoción, y la comercialización. Toda la industria intenta aprender y aplicar nuevas estrategias de funcionamiento para adaptarse al nuevo ecosistema y paradigma editorial, que se ha visto revolucionado por la expansión del mundo digital.
Algunos de los cambios que se avecinan o que ya están aquí son los siguientes:
1º Las editoriales ya están apostando por la especialización para buscar la rentabilidad, tanto de sus contenidos como de las campañas de promoción y marketing.

2º Las editoriales buscan nuevas vías de financiación porque los ingresos por ventas se han desplomado con la crisis de ventas en papel y la insuficiencia para compensarlo con la venta de ebooks (pirateados impunemente). Las alternativas para captar fondos se abren paso con conferencias, cursos, festivales, exportación, subvenciones, patrocinios, publicidad indirecta, etc.
3º Empiezan a expandirse los modelos de suscripción de libros digitales enfocados al público de masas que lee bestsellers. Los editores establecen acuerdos con estas nuevas plataformas de ventas, tipo 24 symbols, Nubico, Oyster, Scribd…Todo esto orientado a lograr un éxito similar a plataformas en otros sectores, como Netflix o Spotify.

4º La importancia de los metadatos sigue en aumento en la toma de decisiones editoriales, de forma que las estrategias de publicación, promoción y venta se establecen en base al análisis de estos datos (ventas de libros, zonas geográficas de ventas, cómo leen los lectores los libros, intereses de los lectores, perfil profesional y social de los lectores, funcionamiento de títulos según países, etc.).
5º Las estrategias en torno a los precios de los libros cobrarán más fuerza, con una tendencia a la baja para lograr captar lectores con precios económicos. La edición de calidad, sobre todo en papel, se estabilizará en precios razonables, con una relación calidad-precio ajustada, pero lejos de precios de ofertas y saldos.
6º El precio del libro en papel se convertirá en un filtro para los lectores que buscan realmente calidad en el fondo y la forma.
7º Los libros ilustrados, especialmente los dirigidos al público infantil, deberán adoptar estrategias de venta activas para captar clientes y potenciales lectores. El descenso de costes que se puede lograr con las nuevas tecnologías digitales y la exportación seguirán siendo claves para la supervivencia y rentabilidad de este sector. También los contenidos de calidad que logren captar la atención y el interés de los lectores infantiles y sus padres. Sólo los verdaderamente didácticos conseguirán un público fiel.

8º La concentración editorial en pocos y grandes grupos multinacionales irá a más, controlando los sellos editoriales, las modas literarias e imponiendo lo que se lee.
9º Frente a los grandes grupos editoriales (Harper Collins, Pearson, Simon & Schuster, Macmillan, Hachette, Random House Mondadori, Planeta…), quedarán algunos sellos independientes que ofertarán títulos y autores diferentes, enriqueciendo el panorama literario de forma esencial.
10º Los escritores están aumentando su poder de decisión y control sobre sus carreras literarias, lo que introduce probablemente uno de los más grandes cambios en el sector editorial en toda su historia. La posibilidad de acceder al mercado de forma profesional abre a los lectores un enorme abanico de opciones, no limitados a las grandes editoriales, y los convierte en garantes de la libertad y pluralidad literaria en el mercado.