Revista Boda

Tendencias en Bodas para la Próxima Década. ¿Jugamos a Pronosticarlas?

Por Aranchawp @MeigayCaldero

Cuando se habla de tendencias en el caso de las bodas, éstas son siempre a corto plazo. Suelen ser relativas a una temporada o incluso a un año completo. Ya sabes, tendencias en vestidos de novia para la primavera-verano o en decoración para 2020-2021, por ejemplo. Por no hablar de esas microtendencias que, sinceramente, creo que cambian tanto que casi nadie llega a seguirlas.

Pero en este post quiero hablarte a más largo plazo, de las tendencias en bodas para la próxima década. De hecho, tan largo como una década. Probablemente si la pandemia no hubiese hecho acto de presencia en nuestras vidas, no habría hecho este ejercicio de (casi) adivinación. Pero lo cierto es que, si desde hace ya tiempo los novios y las bodas han ido experimentando cambios sustanciales, la crisis que está suponiendo y supondrá el coronavirus en nuestras vidas los está acelerando y afianzando a partes iguales. Por eso quiero compartir contigo, desde la experiencia y el análisis, cómo veo las bodas en los próximos 10 años.

Tendencias en Bodas para la Próxima Década. ¿Jugamos a Pronosticarlas?

La tendencia principal es... que cada vez haya menos tendencias

Ya hace dos o tres años se comenzó a notar que las parejas comenzaban a ser más conscientes de que lo que realmente querían era celebrar su compromiso mutuo con amigos y familiares, emocionarse y divertirse con ellos, no dejar a todo el mundo con la boca abierta con la decoración y las sorpresas originales.

Esto unido a la pandemia y sus consecuencias a corto, medio y largo plazo, ha intensificado este interés por centrarse en lo principal.

Hace ya 4 ó 5 años comenzaron a verse más bodas en las que los novios querían cada vez menos invitados. De hecho, en mi caso, muchas tenían una media de 60 asistentes. Si bien el presupuesto era similar al de celebraciones con más invitados, las parejas preferían calidad a cantidad.

Ni los novios ni los invitados admiten ya que se les encorsete con normas que, en muchas ocasiones, ni conocen ya y que no quieren aplicar.

En cualquier caso, quien decide cómo quiere su boda son los novios, y la tendencia general es la de

El hecho de que las bodas tiendan a ser pequeñas, incluso que sean elopements, ha ido convirtiendo a la tecnología la mejor aliada de los novios. Con ella pueden organizarla de una forma más cómoda y sencilla, desde hacer la preselección de los espacios, hasta mantener conversaciones con los proveedores sin necesidad de desplazarse. También les permite compartir todo lo que sucede durante la ceremonia o la fiesta con los que no han podido asistir.

También es cierto que, al emplear la tecnología para casi todo, el hecho de aplicarla a la boda sea una consecuencia lógica, sea grande o pequeña. Videoconferencias, uso de la nube para compartir y almacenar fotos, proyecciones y mapping, aplicaciones, invitaciones electrónicas... todo es útil para mejorar la experiencia de la boda.

Los ciudadanos cada vez estamos más comprometidos con la sostenibilidad y la responsabilidad y eso también se están reflejando en las bodas. Desde las invitaciones hasta el menú, pasando por la decoración o el vestido de novia, se cuida su elección para que la celebración sea sostenible.

Y todo ello sin renunciar a tener una boda preciosa e inolvidable, porque son conceptos que no están reñidos.

Si hasta ahora los novios elegían entre finca, hotel o salón de celebraciones, poco a poco van despuntando otros espacios para celebrar la boda.

El hecho de que se tiende a la personalización total de la boda, de que se reduzca el número de invitados y de que se busque un ambiente más distendido, es origen y refuerzo de este tipo de elección. Y también la pandemia está influyendo intensamente en esta dirección.

Algunas alternativas atractivas: casas particulares (sobre todo con jardín), áticos, reservados en restaurantes, casas rurales, antiguos recintos industriales, librerías, pequeños mercados con vocación gourmet y otros establecimientos comerciales... Los requisitos principales a exigir en estos casos es que se cuente con medidas de seguridad, con todas las licencias y permisos y que los invitados se sientan cómodos en el espacio.

Los novios quieren que el espacio se acomode a ellos, no al contrario, que es lo que ha sido la constante hasta hace bien poco.

Si primero empezaron a verse las estaciones de comida o bebida como complemento y más bodas en las que toda la recepción consistía en un cóctel, están asomando tímidamente otras opciones, pero que serán tendencia en los próximos años.

Picnics, barbacoas, buffets y brunches (cuando se controle el virus, no antes), desayunos, meriendas... las alternativas son muchas, de ese modo los novios pueden tener la recepción que mejor encaja con el estilo de su boda, con sus invitados y con su presupuesto.

Las parejas buscan que su boda sea verdaderamente personal, no quieren bodas en serie, y esto también afecta al entretenimiento.

Eso unido a la reducción del número de invitados y a la búsqueda de seguridad que seguirá más allá del control del coronavirus, está cambiando la forma en la que los novios quieren ofrecer entretenimiento a los asistentes.

Si hasta hace poco el entretenimiento se limitaba a la música, al baile y quizás algún pequeño espectáculo, como la actuación de un mago, se tiende a ampliar las opciones.

Desde bodas sin baile a que la boda dure más de un día y alguno de ellos cuente con actividades al aire libre o culturales.

¿Qué opinas? ¿Crees que éstas serán las tendencias o que lo serán otras distintas?

Tendencias en Bodas para la Próxima Década. ¿Jugamos a Pronosticarlas?
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