Revista Comunicación

TENDENCIAS EN PUBLICIDAD ¿El futuro pertenece a RMIT?

Publicado el 17 marzo 2025 por Johnny Zuri @johnnyzuri
Dentsu Creative RMIT main Read Time:4 Minute, 37 Second

¿Es RMIT futuro o el futuro pertenece a RMIT? Educación innovadora sin miedo al cambio

RMIT FUTURO no es solo una universidad; es una especie de oráculo moderno donde se diseñan las herramientas para un mundo que aún no existe. Lo curioso es que en lugar de prometer certezas, RMIT se sumerge en la incertidumbre con entusiasmo, como un surfista que disfruta de la ola en lugar de temerle. Porque el futuro ya no es lo que solía ser. Y, sinceramente, ¿alguna vez lo fue?

Dentsu Creative RMIT main

Origen de la foto: Dentsu Creative: RMIT gives young people the reins to solve the future

El vértigo de un mundo sin garantías

No es exagerado decir que la ansiedad juvenil nunca había sido tan alta. El viejo «¿qué vas a ser cuando seas grande?» se ha convertido en un enigma con más trampas que una partida de ajedrez a ciegas. Las carreras tradicionales se desmoronan, los empleos se automatizan y el horizonte profesional es un caleidoscopio que cambia de forma con cada giro de la tecnología emergente.

Ahí es donde entra RMIT con su nueva campaña «What the future?!», que no se anda con rodeos. En lugar de repetir el mantra vacío de «tú puedes lograr lo que te propongas», la universidad lanza preguntas reales: ¿qué hacemos cuando el futuro es incierto? ¿Cómo nos preparamos para trabajos que aún no existen? Y lo más importante: ¿cómo mantenemos la cordura en el proceso?

Educación práctica para un futuro sin manual

«Ready for what’s next» no es solo un eslogan para RMIT, sino una declaración de principios. Su enfoque es simple y brutalmente lógico: la educación del siglo XXI debe ser práctica, adaptable y conectada con la realidad. No sirve de nada preparar a los estudiantes para el mundo de ayer. Y tampoco sirve fingir que tenemos todas las respuestas.

Aquí la formación no es un paquete cerrado que dura cuatro años y se guarda en un cajón junto con el diploma. Es un proceso en constante evolución, donde los estudiantes se entrenan en la incertidumbre y aprenden a reinventarse sobre la marcha.

En ese sentido, RMIT ha rediseñado su estructura académica para hacerla más flexible y abierta a la colaboración con empresas e instituciones internacionales. Desde el aprendizaje basado en proyectos hasta las experiencias de trabajo en el mundo real, todo está orientado a que los estudiantes salgan con algo más que teoría: con una capacidad real de adaptación.

“La verdad es que nadie sabe lo que viene, pero podemos prepararnos para todo”

El programa Emerging Leaders es un ejemplo de esta visión. En colaboración con EIT Urban Mobility, selecciona jóvenes talentos y los equipa con habilidades para enfrentar los desafíos de la movilidad urbana. No es un curso tradicional, sino un laboratorio de ideas aplicadas, donde se enfrentan problemas reales y se crean soluciones desde la experiencia.

«Formamos a personas que van a liderar el futuro del transporte en Europa, pero no les damos respuestas prefabricadas», dice Marta Fernandez Bertos, directora de RMIT Europe. «Los entrenamos para que puedan encontrar sus propias soluciones en un mundo en constante cambio».

Y ese parece ser el hilo conductor de la universidad: no moldear estudiantes para un mundo estable, sino convertirlos en arquitectos de la incertidumbre.

La tecnología no nos va a reemplazar, pero sí nos va a obligar a cambiar

El otro gran desafío es la transformación tecnológica de las carreras tradicionales. Hace solo una década, nadie hablaba de estrategas de ciberseguridad, diseñadores de salud digital o científicos de marca. Hoy son empleos reales. Mañana habrá otros que ni siquiera imaginamos.

RMIT Online ha abordado esto con una serie de iniciativas que exploran el futuro del trabajo, incluyendo programas en blockchain, inteligencia artificial y nuevas estrategias de negocio digital. «Los empleos no van a desaparecer», explica Helen Souness, CEO de RMIT Online. «Lo que va a cambiar es la manera en la que trabajamos y el tipo de habilidades que se valoran».

Y ahí está la clave: adaptabilidad al cambio. Porque si algo está claro, es que quien no evolucione se quedará mirando desde la barrera mientras otros construyen el futuro.

“El conocimiento es importante, pero la resiliencia lo es aún más”

RMIT también ha comprendido que no basta con enseñar habilidades técnicas; hay que preparar emocionalmente a los estudiantes para enfrentar un mundo donde la incertidumbre es la norma. La ansiedad juvenil no es solo un problema psicológico, es una consecuencia directa de un sistema educativo que aún enseña como si estuviéramos en el siglo XX.

Por eso, dentro de su enfoque de educación innovadora, RMIT ha integrado programas de desarrollo emocional, gestión del estrés y estrategias para fortalecer la resiliencia. No se trata solo de aprender a programar o diseñar, sino de saber cómo manejar la presión de un futuro incierto sin sucumbir al miedo.

La educación como puente entre el caos y la oportunidad

El panorama es claro: el futuro es incierto, pero no necesariamente oscuro. Con la mentalidad adecuada, lo que parece caos puede ser una fuente infinita de oportunidades. Y universidades como RMIT están demostrando que el conocimiento, lejos de ser un conjunto de datos estáticos, es una herramienta dinámica para moverse en terrenos desconocidos.

RMIT FUTURO no es solo un eslogan, es una mentalidad. Una invitación a dejar de ver el futuro como una amenaza y empezar a construirlo con las herramientas adecuadas.

Así que la pregunta ya no es “¿qué va a pasar?”, sino: ¿estás listo para lo que viene?

Happy Happy 0 0 % Sad Sad 0 0 % Excited Excited 0 0 % Sleepy Sleepy 0 0 % Angry Angry 0 0 % Surprise Surprise 0 0 %

Volver a la Portada de Logo Paperblog