Tendenciera por el mundo II

En esta segunda entrega de especiales por el mundo, compartiremos no sólo imágenes de una ciudad maravillosa como Moscú, sino también instantáneas de una boda. Esta vez el aporte es de Eugenia, una lectora argentina que vive en Berlín, la misma que hace unos días estuvo en nuestro país de visita y me trajo una revista Vogue que compartí con ustedes, recuerdan? En esta ocasión se trata del casamiento de un pariente de su marido, un joven alemán que contrajo enlace con una chica rusa. Para tal fin, toda la familia se trasladó a Moscú y desde allí nos llegan estas imágenes... L@s dejo en compañía de Euge y sus relatos del viaje...

Te envóo algunas fotos con la Plaza Roja, el Museo Nacional de Historia (es el edificio rojo con techo celeste), y de la tienda Gum (una especie de Lafayette moscovita). Estábamos pasados de sueño (como 10 horas sin dormir) pero igual salimos a recorrer. Moscú es una ciudad auto dependiente, casi no se camina; todo el tiempo tenés que desplazarte en auto o metro. Todas las calles tienen la amplitud de las autopistas, y se cruzan por túneles... Es inimaginable cruzar de otra forma. También es recomendable viajar en la red de subterráneos, con estaciones en las que se pueden apreciar obras de arte, murales, mosaicos, lamparas, etc, con reminiscencia comunista. Además de que sus escaleras mecánicas son interminables, las mas largas de Europa, porque estan a mas de 80 metros bajo la tierra.

La boda de Lili y Mathias

Te cuento que es habitual que despues de la ceremonia civil, inmediatamente, se organice el primer brindis (puede ser muy informal, algunos sandwiches y champagne en vasos de plásticos, o algo mas formal, con variedad de catering, mozos, vajilla, etc). Pero en este caso el brindis empezó previo la ceremonia (asi terminamos). En una de las fotos se puede ver como el hermano de la novia destapa una botella de sekt (es el espumante).

Otra de las tradiciones que se cumplió en este boda, es la del corte del tronco. Ésta es una tradición alemana (el novio es alemán), y en función de cómo se corte el tronco, se puede decir que la pareja está unida o tiene dificultades para trabajar en equipo. En nuestra boda también hubo corte de tronco, y a mí me gustó (soy cero tradiciones) porque en ese momento te das cuenta que tu marido es tu compañero en todo, incluso para cortar un tronco (algo que ninguno de los dos habíamos hecho nunca). Fue un momento de conexión especial, que me trae bonitos recuerdos. Y tardamos nada, estabamos muy compenetrados...... jajaja!

En cuanto a lo de la torta que tiene la señora en la mano, es una de las tradiciones que deben cumplir los novios. Ellos deben partir esta torta o especie de pan, y si el esposo se queda con la porción mayor, asegurará una gran descendencia. Junto a la torta, se le otorgará una imagen religiosa ortodoxa, que les dará protección. A los esposos se los recibe con petalos de flores y monedas, que significan bienestar y prosperidad.

Ah, en cuanto a lo que tenía puesto: vestido HM (old), saquito HM (old), sandalias compradas en Roma, collar Maria Dahn, carterita de Blaque. En cuanto al pelo y el maquillaje, no se pudo hacer mucho... Las chicas de azul, eran las damas de honor de la novia. La señora de rosa que vimos en la foto con la pareja en el sofá es la mama de la novia, y la de rojo (Gisela), la del novio.

Ya en la fiesta se ve la proporción de vodka y agua que nos sirvieron: una botella grande de vodka y una pequeñísima de agua... Te imaginarás cómo bailamos y cómo quedamos... jajajajaja! En lo que respecta a la comida: mucho pescado, mucho (no soy fan). Me quedo con la ensaladita rusa que estaba de 10! Como la familia paterna de Lili (la novia) es de Azerbaijan, bailamos la típica música de alla, que es Mugam, una mezcla de sonidos de Iran, Persia y Turquia, con mucho movimiento de manos y brazos, muy bonita. Ademas de la música cosaca, hubo un show de bailarines, que tenian pies de plastilina. Una de las cosas que me llamó la atención fue la edad de los novios ya que la mayoría de los rusos se casan muy jóvenes (en el registro civil las parejas apenas superaban los 20 años). Además de las megalimousines en las que llegan a la ceremonia que son incomodísimas... En síntesis, eso es, más o menos, lo que recuerdo del casamiento ruso. De más esta decir, que bailamos mucho (es más, me dieron un premio por "bailar tan lindo" según la traductora... Efecto vodka Euge, efecto vodka.....!!!), bebimos más aun, y nos divertimos a lo grande...
Qué genial este relato de Eugenia, verdad? A mí como buena curiosa que soy, me encantan las tradiciones de otros lugares, ver cómo se viven las celebraciones y festividades en diferentes países y además espiar en eventos para ver los looks y demás detalles que hacen de cada fiesta algo único. Si todo esto tiene como escenario una ciudad increíble y lejana como Moscú, la satisfacción es doble... Ojalá hayan disfrutado leyendo del post tanto como yo haciéndolo. Le agradezco a la querida Euge por su generosidad al compartir esto con nosotr@s y aguardo más reportes para Tendenciera por el mundo, de hecho en breve se viene el informe de la pequeña Camille desde New York, tal como nos prometió en la 1era. entrega de esa sección (ver acá). Que tengan un lindo día, besitos:>