Pienso que todas las generalizaciones, sobre injustas son inciertas. Y esta en concreto también. Entonces ¿De dónde sale esta sentencia?
En primer lugar, solemos decir esto cuando a otro le pasa algo malo, es decir, sería: tiene lo que se merece. Lo cual, además de injusto e incierto, es ruin. A esa misma persona le pueden ocurrir mil cosas buenas, que a eso no le aplicaremos nunca la susodicha sentencia. Luego realmente, en esta ocasión lo que queremos decir es: tiene lo que yo le deseo que tenga. Sí, ya sé que suena fuerte, pero no le voy a poner sordina.
Por otra parte, cuando lo decimos sobre algo que nos ha pasado a nosotros, que también suele ser con respecto a las desgracias, lo que realmente queremos decir es que deberíamos haberlo visto venir. Que nuestras acciones nos han llevado a esas consecuencias y por tanto, nos lo hemos buscado. Fuera aparte, que diría uno que yo conozco, de que juzgar a toro pasado es tramposo, “pa sajorín cho plomo” que decimos por estos lares, tendencias autodestructivas al margen, nuestra intención nunca fue que nos ocurriera nada malo, luego, pudimos equivocarnos en nuestras decisiones y pudo ser lógico que ocurriera lo que ocurriera, pero eso no quiere decir que lo mereciéramos.
No obstante, y dicho lo dicho, hay mucha gente que tiene lo que se merece, para lo malo y para lo peor. Y algunas, muy pocas, para lo bueno. Y aun ello, a pesar de ellas.
Pero tampoco me hagan mucho caso. Yo no me lo hago.