La lectura diaria de prensa cada vez me parece más penosa. No por el hecho en sí, sino por el contenido de la misma. Y es que ninguna de las medidas económicas que se están adoptando está sirviendo para estabilizar la economía española.
Las políticas neoliberales que se están aplicando ya desde mayo 2010, ahora con la llegada de los populares aún están siendo más duras y más radicalizadas, nos conducirán a la nada.
Como dice Eric Toussaint en una reciente entrevista "está claro que el camino elegido con las políticas adoptadas es más austeridad en los dos o tres años que quedan, más paro y seguramente más reacciones o explosiones sociales. En los meses y años que vienen, si seguimos con este tipo de políticas habrá crisis para diez o quince años".
Según este experto "España tendría que evitar a toda costa las condiciones impuestas por la troika, implementar otras políticas, lo que implica negarse a asumir deudas privadas. España tenía una deuda pública que llegaba al 60% del Producto Interior Bruto, de las deudas públicas más bajas de la Unión Europea, cuando Alemania supera el 80%. España estaba con una deuda pública controlada, y ahora asciende al 82% del PIB por haber llevado a cabo una política neoliberal y haber empezado a asumir el costo del rescate de las grandes empresas inmobiliarias, de bancos y cajas de ahorros".
En definitiva, la situación es caótica y la ciudadanía estamos cada vez más cansados. No se si será España rescatada pero si se que estamos "estrechamente vigilados" y mucho me temo que esta vigilancia tiene un sólo objetivo: saquear el páis en favor de unos pocos.
Tan es así que en los cinco años que llevamos de crisis, el capital extranjero se ha llevado de España en torno a 1,25 billones de euros. Y es que España es un bocado apetitoso para esas fauces insaciables.
Veo que las medidas sólo nos conducen a la recesión y por tanto a más paro y más pobreza. Un gran fracaso en definitiva.
Ahora toca ahorrar 10.000 millones de euros más, en educación y en sanidad. En otro rato hablaré más detenidamente de ello.
Sin embargo, me pasma que ahora el ministro Guindos, en la Cadena Ser, que diga que la sanidad pública tiene un déficit de 15.000 millones de euros y que por tanto la reforma es imprescindible. También esta misma mañana, el socialista Ramón Jauregui, en la Sexta decía que efectivamente hay que mejorar la eficacia y mejorar su gestión, pero sin que afecte a las prestaciones básicas que deben ser públicas y universales.
Y yo les pregunto, a los populares y a los socialistas, cómo es que antes no tomaron medidas que mejoraran esa gestión que ahora ambos partidos reivindican como imprescindibles.
La verdad es que no entiendo nada. Lo único que se es que esa "mejora de la gestión sanitaria" terminará por afectar negativamente al contribuyente.