Revista Opinión

Tenemos una complicada ascendencia

Publicado el 07 diciembre 2017 por Carlosgu82

En genealogía existe un término que señala el recorrido de nuestra ascendencia hasta un punto del pasado en el que esta, en lugar de expandirse, se comprime.

Para entenderlo podemos utilizar la matemática.

Vamos a intentarlo.

Todos tenemos dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos y así sucesivamente, al llegar a la 6ta generación descendemos de 32 personas; en la 7ma 64, 128 en la 8va…, así llegamos, por ejemplo, a la 12ava: ¡2048! En la generación número 18: 131 072 personas.

Si continuamos hasta la generación 32 (hace solo 800 años), descenderíamos de 2 mil millones de personas y en la 41, aproximadamente, 1 billón de personas.

Y ahora llega la pregunta: ¿cómo es posible esto si en el siglo nueve no existía esa cantidad de habitantes en la Tierra? La respuesta para que sea cierto todo lo anterior (y lo es), es una consecuencia necesaria: NUESTROS ANTEPASADOS TIENEN QUE REPETIRSE. ¡Estamos mucho más emparentados de lo que creemos!

Una sencilla ecuación puede aclararnos esto: 1 billón divido entre 200 millones es igual a 5000; es decir, hace 1200 años nuestros antepasados se repiten en el árbol genealógico 5000 veces; por lo tanto, es muy posible que hace 1200 años casi todos tengamos ancestros comunes.

Y de este cálculo debemos deducir a aquellos que murieron sin dejar descendencia.

Existen varios sistemas de numeración genealógica, por ejemplo el Sosa-Stradonitz, que funciona de esta manera: «estudiamos al sujeto No 1, el padre es el No 2 y el No 3 la madre, entonces los padres del padre son los números 4 y 5, mientras los de la madre 6 y 7; y así sucesivamente.

Los hombres llevarán siempre números pares y las mujeres impares.

Las mujeres son el número de su cónyuge +1 y los hombres el número de su cónyuge -1. Esto nos muestra claramente que la progresión, en un momento dado comienza a cerrarse.

Por eso repito la frase de que: «los seres humanos estamos mucho más emparentados de lo que creemos». Por eso es necesario que MUCHOS logren comprender que la humanidad no es más que una GRAN FAMILIA.


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