Dicen que los malos ganan porque los buenos no hacen nada. Quizás sea cierto y la culpa de que nos toreen y encima se nos rían en la cara es de las buenas personas, pero cada vez tengo más claro que las malas personas, no solo se perpetúan con más eficacia sino que además desarrollan mecanismos para librarse del escrutinio público y seguir dando rienda suelta a sus maldades y carencia de ética.
Es cierto que no todos somos santos, hay circunstancias que tu ética te impide actuar aunque sea absolutamente legal y al negarte estás en una zona gris. Por el mismo procedimiento hay temas que tu crees éticos pero son ilegales aunque a nivel general se tolere y si das prioridad a tu forma de pensar estas de nuevo cometiendo un delito. Aunque yo, cuando me refiero a las personas taimadas y que son conscientes de que lo que hacen no solo no es ético, sino además inmoral y encima ilegal pero les importa todo bastante poco y hacen de su capa un sayo.
Estos personajes son puros supervivientes y todas las trampas, trucos y estafas que te pueden plantear lo harán siempre sin testigos, nunca dejarán nada por escrito, no dirán nada por escrito y todo se basara en la palabra que se dan dos personas. Como muchos creemos que la palabra es el último valor de la medida de un hombre pensaremos que lo que dice y afirma es como un contrato e incluso con un componente casi sagrado.
Es esta circunstancia en la que se apoyan para decir blanco en un sitio, gris en otro, y siempre negar que han dicho lo que tus oídos han oído en estero sorround 5.1. Jurarán por lo más sagrado, se rasgarán las vestiduras y procurarán siempre hacerte sentirte no solo culpable por no creerle, sino además mala persona por dudar de él además de idiota por aceptar unas condiciones tan draconianas. Como no puedes probar nada y todo se remite al recuerdo de dos personas, suele ocurrir que el más vehemente es al que se le da la razón y os aseguro que estas personas pueden ser ganadores de un Oscar a la interpretación dramática: yo no he dicho eso, como puedes pensar eso de mí, crees que te engaño, me has decepcionado, son frases que saben interpretar con un desgarro que haría llorar incluso a las estatuas de piedra.
Acabo de recordar un reportaje sobre la serie Billions que explicaba exactamente lo que he comentado antes, que estos profesionales del timo, del engaño y el tener una conciencia que cabe en el bolsillo de un protozoo, nunca firman nada, nunca dejan constancia de nada por si les pillan con las manos en la masa, de este modo siempre pueden negar conocimiento del hecho, Os suena la Infanta y otros tantos que como única respuesta tienen: no recuerdo señoría, no tengo constancia de ello, no me informaron o incluso el perro se me ha comido los emails.
Lo malo que tengo es que yo estudie psicología para entender la persona y a pesar de que me repugnan este tipo de personas, que hacen daño a sabiendas y no por error, es que procesos mentales han de seguir para dormir sin tener pesadillas. Que deben valorar para creer que están por encima de todos, deben creer le mundo es una colección de idiotas que está esperando a que él les engañe. Realmente me fascina esta visión y me fascina todavía más que ellos mismos se reconocen, se apoyan y se cubren las vergüenzas en su camino a la cima del poder para expandir su ego, su influencia y compensar algo que no voy a entrar por muy freudiano yo que yo sea.
Quizás esto es lo que más me escandaliza, la impunidad con la que viven. Todos saben algo, todos conocen algo, pero nadie dice nada porque están en sus manos gracias a acuerdos extraños y sin notario que tienen atadas a las personas que pueden denunciarlo y las pocas que se atreven a dar el paso acaban bajo tierra o bajo la persecución constante e implacable de sus siervos, tan carentes de ética y sentimientos como sus jefes, pero con necesidad de ganar puntos para ser los siguientes en la línea de sucesión.
Dudo mucho que esto se arregle con más leyes y más normas, esto es parte de los valores fundamentales de ser humano y que se han de enseñar en casa y por mucha norma que tengamos, si nuestra moral está corrompida no habrá leyes suficientes para hacer a entender a uno de estos tiburones que su comportamiento quizás no sea merecedor de una privación de libertad pero si de sufrir un escarnio público y una expropiación de todos sus bienes por abusar de su posición y de los valores de la gente de bien.
Así que como consejo final, y un poco deprimente, quizás todos seamos buenas personas pero hasta que no se demuestre pídelo todo por escrito, no firmes sin leer y sobretodo no hagas nada sin saber las consecuencias de tus actos y sin un contrato que defina cual es tu función y sobretodo, ten principios y aceptes algo que vaya en contra de tus principios aunque te cueste tu despido, serás pobre pero dormirás mejor.
Reconozco que todo esto que acabo de escribir es realmente triste, pero es a lo que nos está empujando esta jauría de seres despreciables que empiezan ya a tener el control de muchos centros de poder de este mundo en el que vivimos.