De acuerdo a los especialistas, durante la infancia es indispensable ofrecer actividades que despierten la curiosidad y promuevan la creatividad. Entre tantas opciones, la jardinería se presenta como una herramienta de aprendizaje y diversión.
Para aquellos que no tienen la suerte de contar con un jardín en casa, los maceteros grandes de Macetas & Co brindan la solución, ya que permiten crear espacios verdes en el interior y aprovechar los siguientes beneficios:
Estimulación temprana y saludable
No es un secreto, vivimos en un mundo cada vez más digitalizado. Si bien los avances tecnológicos han traído una serie de ventajas, el uso prolongado de dispositivos electrónicos puede ser contraproducente durante la infancia.
En este sentido, un huerto en casa puede convertirse en la forma sana de separar a los niños de las pantallas mediante una actividad completa que estimula los sentidos y contribuye al fortalecimiento de las habilidades motoras.
Sin salir de casa, los pequeños tienen la posibilidad de aprender acerca del crecimiento de las plantas y establecer un vínculo con la naturaleza. Como padres debemos recordar que el sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo en la aparición de la obesidad infantil, entre otros problemas de salud.
Estimula la responsabilidad
A diferencia de lo que muchos creen, tener un huerto es más que plantar y regar. Cuando los niños realmente se involucran, la actividad promueve el valor de la responsabilidad y la conciencia ecológica.
Mientras cuidan el huerto, se convierten en los responsables de la salud y crecimiento de las plantas, por lo que deben ser disciplinados en procurar lo necesario para su bienestar. Esta acción despierta la empatía, a fin de cuentas, entienden que sus acciones tienen impacto directo en el resultado.
Mejora las destrezas y amplía el conocimiento
El uso de herramientas de jardinería y el cuidado que requiere el manejo de las semillas y plántulas, supone un ejercicio que fortalece las capacidades motoras finas. Por otra parte, los desplazamientos y las acciones de levantarse, agacharse y transportar los materiales, promueve el desarrollo de las habilidades gruesas.
La optimización de la coordinación motora incide tanto en el desarrollo cognitivo, como en un crecimiento saludable.
El aprendizaje forma parte de la diversión. En el huerto, los pequeños tienen la posibilidad de conocer los beneficios de las plantas, el origen de los alimentos y ser protagonistas de su producción. Asimismo, aprenden sobre el ciclo de las plantas, el tiempo y los cuidados que necesitan para crecer en óptimas condiciones.
Incentiva a la puesta en marcha de hábitos alimenticios saludables
Toda la información no solo sirve de base para entender la variedad de plantas y vegetales que existen, sino también para crear en los niños una relación más responsable con la alimentación, ya que, durante los procesos de siembra, cuidado y cosecha, tienen conciencia de lo que comen.
Desde el punto de vista de los padres, es la oportunidad de tocar temas relacionados con la nutrición y sostenibilidad, así como de fomentar buenos hábitos, después de todo, aprenden a apreciar el esfuerzo que requiere el cultivo.
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