Tengo por norma no leer los comentarios de las noticias, básicamente porque es un repositorio de mierda y de gente odiosa vomitando opiniones que, por lo general, no me interesan. La falta total de argumentos en la mayoría de los casos convierte a antros interneteros como “Menéame” y otros foros en lugares de odio y acoso.
El caso es que, como gestiono una sección de ciencia al mes en el programa de radio “Carne Cruda” (y, además, he hecho algunas otras en otros programas), me han invitado a dar una charla sobre “Radio y ciencia” y me dije, “Bueno, voy a ver qué opinan los oyentes para incluirlo en la charla”. Y para qué hice aquello. Por cada opinión positiva hay diez negativas… Así que me estoy planteando dejar esto de la divulgación en la radio porque el bajón que me ha dado al leer algunos comentarios ha sido de espanto.
¿Cómo le explico a la gente que busco la forma de hacer que la ciencia llegue de forma amena y divertida al público? ¿Cómo les hago ver que se trata de un personaje? Ya hay muchos programas de ciencia, algunos sesudos y serios, con músicas clásicas graves de fondo y voces templadas… Así que intento irme al otro extremo. Soy consciente del riesgo que corro. El equilibrio es muy difícil y sé que muchas veces puedo equivocarme en la forma. Porque la ciencia ha vivido mucho tiempo al margen de la sociedad, con un acceso limitado, exclusivo para quienes la entendían. Y se trata de romper moldes y desmitificar… La verdad es que nunca sé si lo estoy haciendo bien. Me persiguen las dudas…
En fin… Que a mí también hay muchas cosas que no me gustan. Muchísimas. Pero creo que hay que saber cómo decir las cosas si lo que quieres es que mejoren. De lo poco que he tenido estómago para leer, ha habido pocos comentarios que argumenten bien por qué no les gusto. Chapó por ellos. En estos casos, está claro que lo que les disgusta es el estilo. Qué le voy a hacer…
Sin embargo, los insultos y los “regalos”, no eran necesarios. Pero ahí están. Ni que yo fuera nueva en esto, se dirán… Bueno, nueva no, pero sigo sin entender el afán humano por hacer daño, ocultos tras usuarios anónimos.
A todos los haters les digo una cosa: váyanse a la mierda.
Gracias. 🙂
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