La lucha contra la insuficiencia cardíaca cuenta cada vez con tratamientos más efectivos que ofrecen resultados muy prometedores y abren una puerta a la esperanza a los pacientes que la sufren.
A pesar de que el número de casos aumenta, y es una de las primeras causa de muerte, también es cierto que el número de pacientes que necesitan internarse como consecuencia de padecerla ha disminuido en un alto índice. Los últimos tratamientos buscan sobre todo mejorar la calidad y la esperanza de vida de los pacientes y esta es la tendencia que se ha podido registrar en la actualidad.
¿Pero qué es la insuficiencia cardíaca?
La insuficiencia cardíaca se produce cuando el corazón no bombea sangre de forma eficiente y ésta se acumula en los vasos sanguíneos que van al corazón. Esta circunstancia provoca la retención de líquido en los riñones por lo que se producen edemas en las piernas y en otras partes del cuerpo como pueden ser los pulmones, que no funcionan correctamente, impidiendo que el individuo respire con normalidad.
¿Cómo se puede combatir?
Encontramos diversos medicamentos para tratar la insuficiencia cardiaca, entre ellos, los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina, y los bloqueadores de los receptores de la angiotensina II, cuya función es mejorar el flujo sanguíneo y aliviar el trabajo que realiza el corazón; los bloqueadores beta, gracias a su efecto, se disminuye la frecuencia cardíaca y también la presión sanguínea por lo que se reduce el riesgo de desarrollar arritmias o problemas similares; por último otro tipo de medicamentos, los diuréticos, evitan la acumulación de líquidos mediante la orina.
Los marcapasos y los desfibriladores, son complementos que en ocasiones pueden evitar la cirugía, aunque ésta en ocasiones no se pueda eliminar en alguno de sus tipos.
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