La hinchazón abdominal es un mal muy frecuente, una batalla día a día que puede llevar a preguntarnos qué es lo que ha disparado un abultado vientre. Las respuestas suelen encontrarse en lo que se ha estado comiendo. Debemos comenzar la batalla contra la hinchazón abdominal de inmediato identificando los culpables más comunes, y lo que podemos hacer para mantener nuestro abdomen lo más chato y sin dolor que podamos.
Nada puede sabotear mejor un abdomen chato como la hinchazón. Además de la temida protuberancia estomacal, esta familiar condición resulta en un terrible malestar. Los síntomas de la hinchazón abdominal provienen de un exceso de gas acumulado en el abdomen, particularmente los intestinos. Las bacterias intestinales producen gas cuando la comida aún no ha terminado de pasar por el intestino delgado. Si las partículas de gas no son liberadas enseguida, el estómago se expande como un globo.
Aunque comer en exceso es la causa más común de la hinchazón abdominal, algunas personas batallan contra esta condición diariamente, aun sin haber devorado grandes cantidades de comida recientemente. Si esto resulta familiar, los detonantes de este malestar podrían no estar relacionados exactamente a las cantidades de comida que se ingieren, sino a cuáles se ingieren.
Una vez detectada la raíz del problema, se pueden emplear algunas tácticas que nos ayuden a rescatar nuestro vientre y ayudarnos a ganar la guerra contra la hinchazón y retomar el control de nuestro cuerpo, para así podamos tener la mejor calidad de vida posible.
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