Según varios expertos y dependiendo de a quien leamos, encontraremos pensamientos y opciones distintas sobre cual era el tipo de alimentación que llevaban los hombres de las cavernas.
Si debiéramos elegir la más habitual, diríamos que en su mayoría, todos abogan por que la dieta Paleoera la más habitual entre nuestros antepasados.
Para quien no sepa en qué consiste esta dieta, os dejamos los siguientes datos :
Esta dieta se basa en los principios de que a lo largo de la evolución del ser humano, no hemos tenido acceso a los alimentos procesados que hoy constituyen el grueso de la ingesta calórica de la persona civilizada moderna. La dieta paleo se basa en la investigación de las antiguas sociedades cazadoras-recolectoras, específicamente se basa en el trabajo del antropólogo estadounidense Weston Price.
Los alimentos que incluye la dieta paleo:
• Carnes magras
• Huevos
• Pescado
• Verduras
• Setas
• Frutas
• Nueces
Las verduras de raíz como la zanahoria y la remolacha son especialmente indicadas en este tipo de plan nutricional.
Eliminando esta imagen idílica de el homo sapiens comiendo a placer, debemos recordar que nuestros antepasados eran básicamente carroñeros y se alimentaban de lo que podían.
El hombre de las cavernas, en realidad no tenía más opciones que comer lo que recogía o cazaba.
Si pusiéramos a un hombre de las cavernas en nuestra sociedad, acabaría teniendo sobrepeso, al igual que ocurre hoy en día en muchos países. Y todo debido a la facilidad con la que tenemos acceso a las fuentes de alimentos. Y más en concreto a alimentos procesados y con alto contenido calórico.
Tenían que cazar para comer como hemos dicho, lo cual era un trabajo que quemaba muchas calorías, por no hablar del tiempo que pasaban en ayunas si no habían tenido suerte con la caza. Con los recolectores pasaba lo mismo, debían de estar buscando todo el día las frutas, verduras, tubérculos, raíces o lo que necesitaran sin ningún tipo de descanso. Eso de comer cada tres horas como nosotros os recomendamos lo tenían bastante difícil…
Otra característica de su alimentación era que cuando cazaban una presa , era una autentica fiesta y no comían con moderación, si no que comían hasta que ya no podían más. Ya que podían pasar días hasta que volvieran a comer y necesitaban almacenar energías.
Por eso debían tener un exceso de grasa que les proporcionará combustible para sostener el estilo de vida tan intenso que llevaban. De hecho si estuviera tan delgado como para marcar un six pack en condiciones, debería de tener alrededor de un 10 % de grasa corporal, lo cual le haría imposible sobrevivir más que unos días antes de quedarse sin energía.
¿Entonces por qué estos seres humanos, tenían una musculatura tan fuerte y densa?
Por la misma razón que un toro es enorme, o un gorila pesa 200 kilos. No es por la dieta que llevan, sino más bien por el tipo de vida que les tocó vivir. Necesitaban un cuerpo fuerte y robusto para poder aguantar el estrés físico al que estaban sometidos durante la caza, durante las luchas entre tribus o sobreviviendo a las inclemencias meteorológicas. En realidad eran unos auténticos supervivientes, de hecho salían a buscar comida y en muchos casos, no sabían si volverían con el resto del grupo o se quedarían en el camino. Debieron de adaptarse y evolucionar para ser cada vez mejores y más fuertes.
¿Qué le pasaría a un homo sapiens débil de 50 kilos?
Básicamente no podría sobrevivir, ya que no se adaptaría a las acciones del resto del grupo. Pensad que sólo los fuertes sobrevivían. Su vida se basaba en caminar, correr, transportar peso, arrastrar objetos, luchar y todo a pesar de tener una vida media de 30 años. Pero imaginad que desde que nacéis ese es el tipo de vida que vais a llevar. Por desgracia solo los más fuertes sobrevivían.
Beneficios de ese tipo de alimentación para el ser humano moderno:
Los defensores de la dieta paleo argumentan que el regreso a estos hábitos alimenticios ancestrales conseguirán que nos deshagamos de las enfermedades degenerativas como las enfermedades cardíacas, la artritis y la hipertensión arterial, así como nos ayudarán a perder peso y aumentar nuestra energía.
Estudios realizados a las tribus del paleolítico revelaron que nuestros antepasados tenían estructuras óseas más saludables, con poca o ninguna inflamación de las articulaciones así como pérdida de masa ósea. Los estudios de los humanos modernos que viven en condiciones primitivas sin mucho contacto con los estilos de vida actuales, han revelado que las sociedades indígenas sufren menos enfermedades físicas y mentales degenerativas que sus homólogos contemporáneos.
Conclusión
A pesar de que ya no necesitemos cazar para alimentarnos, ni estemos grandes periodos de ayuno hasta que volvamos a comer, la dieta que seguían nuestros antepasados basada en alimentos no procesados y de origen natural, sigue siendo una de las mejores opciones si lo que queremos es poder disfrutar de una dieta sana y equilibrada.
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