La semana pasada un niño y una niña de cuatro años se escaparon de un colegio de Barcelona, caminaron quince minutos hasta la Plaza Cataluña y cogieron un tren que los llevó hasta Valldoreix (a unos 30 Km). Allí un adulto se percató de que iban solos y llamó a la policía. Cuando le preguntaron a la niña la razón por la cual se habían fugado ella les contestó: “mi amigo tenía un plan”. Y desde luego que bien tramada estaba la aventura porque, teniendo en cuenta la llamativa y graciosa estampa que formaría la joven pareja, nadie se explica cómo burlaron la vigilancia del colegio, abrieron la puerta y nadie los paró por la calle.Evidentemente, todas estas dudas se acabarán aclarando y se asumirán responsabilidades. Sin embargo, por muy grave que resulte la cuestión, esta historia no deja de tener un lado muy entrañable y simpático que cuadra a la perfección con el espíritu de este kuaderno. ¡Descubrámoslo!
Yo siempre he considerado que todo niño es un adulto en potencia. De ahí que esta intrépida pareja destaque por su capacidad de estrategia, espíritu de cooperación y valentía en estado puro. Virtudes que su entorno deberá reconducir a fin de evitar disgustos mayores. Ahora bien, ojalá nuestros protagonistas jamás olviden la magia de la que, esperemos, fue la primera de una larga lista de aventuras.
© Elisabet Gimeno Aragón 2016