Así titulaba David Torres, hace unos días, su reflexión sobre las declaraciones de Rafa Nadal a Ana Pastor. “Más reflexivo o dotado de menos reflejos, Borrell ha tardado un poco más que Garzón -unos tres o cuatro meses- en darse cuenta del genocidio que está perpetrando el ejército hebreo en Gaza y planteó en estos términos un embargo de armas contra Israel: ‘Si crees que matan a demasiadas personas, tal vez deberías proporcionar menos armas’. Con cerca de treinta mil víctimas civiles, entre el bombardeo de hospitales, las masacres de niños y el ametrallamiento de multitudes indefensas, esta frase de mierda a lo mejor suena un poco tibia, pero hay que tener en cuenta que, hasta hace nada, Borrell parecía el agente artístico de Rambo y, cuando se refirió al exterminio de varios millones de aborígenes en Estados Unidos, explicó que total, allí sólo habían matado a cuatro indios. Y eso que a John Wayne no podía venderle un tanque.
“En fin, que la gente es incapaz de resistir a pie firme y apencar con sus decisiones. Incluso Feijóo ha tenido que echarse para atrás después de tirar para adelante, al saberse que, en otoño, cuando todavía quería ser presidente, había buscado contactos con Puigdemont, con Willy Toledo, con Manolo el del Bombo y hasta con el espíritu de Sabino Arana. Después dejó de querer ser presidente y envío a sus votantes a que hicieran acampadas en Ferraz y senderismo urbano, deportes que tonifican las piernas, el corazón y la laringe. Es muy difícil ver si Feijóo está subiendo o bajando, perseverando o retractándose, porque ni dice lo que sabe ni sabe lo que dice.
“Frente a todos estos pusilánimes que un día dicen una cosa y al siguiente la contraria, ahí está Rafa Nadal, plantado al fondo de la pista, y devolviendo todos los pelotazos que día a día le lanza la realidad. En la entrevista con Ana Pastor, entre otras muchas cosas, habló sobre feminismo y sobre Arabia Saudí, dos superficies que no se le dan tan bien como la tierra batida o la hierba. Del feminismo dijo que se considera feminista porque tiene madre, pero que una mujer deportista no debe ganar igual que un hombre, y de Arabia Saudí dijo que el país ha progresado mucho últimamente y que él creía que la educación y el deporte tienen el poder de cambiar vidas. Es difícil predecir cómo ocurrirá ese avance cuando los deportes nacionales en Arabia Saudí son cortar cabezas y apalear mujeres, pero seguro que Rafa ya habrá pensado algo. No va a confesar que la ha cagado: mejor inaugurar una escuela de tenis femenino en La Meca”.