
Antes que nada Trázate
la bendición sobre tus senos acariciados
y dime que no es tu culpa
y dime también que no vaya a pensar mal de ti
por la humedad que te está llevando hasta mis labios
luego, piensa con sonrisa,
que todo será un bonito álbum
y que de vez en cuando en la soledad
abrazaremos la almohada para insistir en una lágrima
Piensa en que amarnos será distinto
y que esto también
te llevará hasta la infancia
como antes mi recuerdo te llevaba
hasta la ausencia
Recordarás que besar
era como rodar por la ladera
cuando tenías ocho años
y gritabas y reías confundida entre el vértigo y el clímax
Te en cuenta que te darán ganas de cargar con crayones
y hacer caminitos de colores hasta mi espalda en la distancia
y que a lo mejor
insistirás en mancharte de nuevo
las comisuras de tus labios con el anaranjado de un zapote.
son cosas que por un impulso de ganas
realizarás de nuevo sabiendo que ya no estará
el gusto y el asombro entre los ojos
pero habrá celestina todavía entre la piel
y una memoria estrujándote
pelo por pelo hasta el último segundo
Te soy sincero,
luego, todo será distinto,
viviremos ahogados en el deseo y en el remordimiento
de habernos lanzado de nuevo
hasta el primitivo amor que un día
se nos creció en el alma.
Pero que nos importa ahora
cuando el juego ya casi ha terminado
y nosotros nos miramos absortos de ternura
como si en el edén nunca hubiese existido una manzana
Ven, preciosa mía, ponte la ropa
y te cuento como son las reglas
antes de que volvamos
a perdernos.
