Teología de la liberación, 40 años

Hoy es un día muy especial para mí, pero lo es también para la historia de este país e incluso fuera de él. Hoy celebraremos, a las 7 pm.  en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, los cuarenta años de la publicación de un libro que cambió buena parte de la orientación de la teología contemporánea, pero, sobre todo, que se instauró en el corazón de importantes grupos de la Iglesia católica –y más allá de ella– configurando una manera de ser cristianos, un modo de vivir la fe.

Me refiero, claro, a Teología de la liberación. Perspectivas (1971), la obra más conocida de Gustavo Gutiérrez. No pretendo en este post ahondar demasiado en el contexto histórico del surgimiento de la obra ni en una suerte de biografía intelectual de Gutiérrez para situar el libro; lo que deseo señalar, simplemente, es que TL se convirtió prácticamente desde el instante de su publicación en un libro de esos que los gringos llaman ground-breaking. TL reconfiguró el panorama del quehacer teológico, haciendo que los principales teólogos de la generación de Gutiérrez pusieran mucha atención en lo que él y otros compañeros de su esfuerzo en Latinoamérica tenían que decir. Esto no significa que la obra de Gutiérrez haya nacido por algo así como la generación espontánea (pueden verse esto y esto al respecto), pero queda muy claro para cualquiera que esté familiarizado con la teología del siglo XX que Gustavo dijo algunas cosas de maneras nuevas, poniendo énfasis en puntos olvidados, dándole vigor a otros menos atendidos. Con esa obra empezó un caminar que transformó muchas cosas, entre ellas la propia vida de Gutiérrez, se ha tratado de un camino duro, no exento de momentos muy difíciles para él y para los demás teólogos, sacerdotes, misioneros y misioneras que se sumaron al proyecto de la liberación de los oprimidos, de los insignificantes, de los no-personas. Pero, como él mismo lo ha recordado más de una vez, la crítica, la persecución y, a veces, hasta el dolor de la sangre derramada no fueron sino confirmando la vigencia de la opción preferencial por el pobre y la necesidad de luchar a su lado por una vida más justa.

Bueno, pues, hoy, como digo, celebramos ese acontecimiento histórico, la publicación de un libro que fue y sigue siendo un aporte para la ciencia teológica, pero, sobre todo, un texto que se convirtió en la síntesis de una experiencia de vida que fue luego articulándose y tomando mejor forma a través de los años. Hoy celebramos los primeros cuarenta años, pero la vigencia del proyecto persiste y aquellos que lo vivimos con particular amor y admiración debemos esmerarnos por su continuidad, que no es otra cosa que la continuidad del mensaje de Jesús, amigo de prostitutas, huésped de recaudadores de impuestos, prójimo de leprosos y pecadores, el Dios liberador.

Quedan pues, cordialmente invitados al evento. Lleguen temprano, eso sí, porque parece que va mucha gente y el espacio es limitado. La mesa estará conformada por Alberto Simons SJ, conocido teólogo jesuita especialista en cristología; Pilar Coll, la emblemática primera Secretaria Ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos; Rolando Ames, profesor de la PUCP, ex comisionado de la CVR y ex senador de la República; y por mí. Al final de las palabras de cada uno de nosotros, Gustavo Gutiérrez hará una alocución final. ¡Los esperamos!